El primer paciente con ébola localizado en territorio de los Estados Unidos se encuentra ingresado en estado grave en un hospital de Dallas (Texas). La detección de este contagio ha sido recibida con preocupación entre los ciudadanos. Si bien el miércoles las autoridades sanitarias del Condado de Dallas revelaron que el paciente podría haber entrado en contacto con entre 12 y 18 personas, cinco de ellas menores de edad, cuando ya había riesgo de contagio, horas más tarde han elevado esta cifra hasta 80. Durante la mañana del jueves, además, los servicios estatales de salud de Texas han informado de que cuatro familiares del enfermo han sido puestos en cuarentena y no pueden salir de su casa hasta el 19 de octubre.
El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, compareció el miércoles para garantizar a la población que el Estado ha puesto todos los medios necesarios para impedir el avance del virus en territorio estadounidense. La epidemia de ébola ya ha costado la vida de más de 3.000 personas en África y sólo en Liberia, desde donde viajó el paciente, podría dejar 1,4 millones de infectados antes del mes de enero.
La agencia Associated Press ha adelantado que el paciente es un ciudadano de Liberia, Thomas Eric Duncan, aunque la información no ha sido confirmada por las autoridades. Sí han asegurado que viajó a Dallas a visitar a su familia. Según el Ministerio de Información de Liberia y las autoridades canadienses, Duncan habría hecho escala en la ciudad de Bruselas (Bélgica), pero nunca mostró síntomas de la enfermedad hasta entrar en territorio estadounidense.
El director del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), Thomas Frieden, afirmó la noche del martes que el riesgo de contagio durante su viaje era “cero” porque el paciente no tenía síntomas. Frieden ratificó que EE UU “puede controlar” este caso y evitar nuevos contagios. “No nos cabe ninguna duda de que el virus se quedará en esto”. Sin embargo, pasaron cinco días entre el momento en que aparecieron los síntomas y en el que fue ingresado en condición de aislamiento, por lo que puede haber contagiado a otras personas.
El paciente, al que las autoridades del CDC se han referido como “él”, notó los primeros síntomas -que pueden abarcar desde dolor de cabeza y articulaciones, fiebre, diarrea hasta hemorragias internas y externas- el pasado día 24 de septiembre. El 26 acudió al hospital, pero fue dado de alta y recetado antibióticos. Dos días después fue ingresado de nuevo y, tras realizarle las pruebas de ébola, el CDC pudo confirmar el peor diagnóstico el martes por la noche.
Todavía se desconoce con qué síntomas acudió al hospital en una primera ocasión, aunque los médicos sí han adelantado que su condición ha pasado de “crítica” a “grave” en las últimas horas. Los tres sanitarios que le trasladaron al hospital el pasado fin de semana y que sí sufrieron riesgo de contagio dieron negativo en la prueba del virus. Todos seguirán bajo vigilancia hasta que superen el período de incubación de tres semanas.
(Tomado de El País)
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