Por Mariategui
Son pocos, a pesar de ser 5 mil efectivos -entre policías y militares- enviados desde Lima para reprimir las manifestaciones, porque a las poblaciones de Valle del Tambo: Cocachacra, Punta de Bombón y Dean Valdia o Mollendo, Matarani, ahora las protestas se han expandido a Majes y a Arequipa. Una vez más la torpeza del […]
Son pocos, a pesar de ser 5 mil efectivos -entre policías y militares- enviados desde Lima para reprimir las manifestaciones, porque a las poblaciones de Valle del Tambo: Cocachacra, Punta de Bombón y Dean Valdia o Mollendo, Matarani, ahora las protestas se han expandido a Majes y a Arequipa. Una vez más la torpeza del gobierno por imponer un proyecto minero está provocando el inicio de un desborde popular, que como en el 2002 en el mismo Arequipa –se les puede ir de las manos-, cuando el Estado tuvo que retroceder en su intento por privatizar las compañías eléctricas Egasa y Egesur.
Martes 12 de mayo, primer día del paro regional de 72 horas, las calles de Cocachacra están desiertas, comercios cerrados, no hay transporte público, pero en cada esquina, en cada cuadra, se producen enfrentamientos, piedras, palos, gases lacrimógenos y pimienta, perdigones, van de un lado al otro –según sea el caso-, entre manifestantes y la policía, se disputan las calles metro a metro, aunque parecen, no son las calles de Bagdad a inicios de la década pasada.
Si en Irak estaba en disputa el control del petróleo, en Cocachacra se combate de manera tácita por el agua, porque está en juego un río y las aguas subterráneas que una mina a tajo abierto contaminará. El Estado privatizado se ha convertido en la empresa de seguridad y de desalojo, de la minera Southern Copper Corporation Perú (Grupo México), para quien trabaja de manera gratuita.
Mientras, en la ciudad de Arequipa miles se movilizaban por las calles en solidaridad con los pueblos del Valle del Tambo, los colegios y el transporte interprovincial quedaron paralizados.
Miércoles 13 de Mayo, segundo día del paro regional de 72 horas, ante la masividad de la protesta que se ha multiplicado en toda la región Arequipa, la Policía Nacional ha intensificado la represión contra los manifestantes: ha dejado como saldo 3 heridos en Cocachacra, de los cuales hay uno de gravedad, que ha sido impactado por una bomba lacrimógena en el estómago.
Ante el desborde popular en Cocachacra, la policía disparó perdigones a mansalva, una señora trata de aliviar el dolor.
Asimismo, en Arequipa los estudiantes de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) protagonizaron una contundente protesta tanto en el campus universitario como con su movilización en las calles de la Ciudad Blanca. El saldo de la represión policial contra ellos es de 10 heridos.
Solidaridad universitaria. Los estudiantes de la UNSA rechazaron Tía María a cambio recibieron perdigones y golpes de la policía.
Dinamita sembrada
Según la web elbuho.pe, el primer día del paro regional, cuando la prensa denunció que los manifestantes habían usado dinamita contra la policía, lo que en verdad había ocurrido fue todo lo contrario, pues dos sacos de cartuchos de dinamita fueron arrebatados a la policía por parte de los manifestantes, debido a que sería una nueva “sembrada” para acusarlos de terroristas.
Mineros limpiando la minería
Ante una protesta que se consolida y se expande por toda la región Arequipa, Carlos Gálvez, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), -organismo que reúne a las empresas mineras- sugirió en una entrevista televisiva que “en las condiciones actuales no se puede llevar adelante el proyecto Tía María debido al incremento de la violencia sin control”.
Es decir, el líder del gremio minero está aceptando de manera tácita una derrota ante los pueblos del Valle del Tambo, porque el Estado ya no puede controlar las protestas, igual que en el año 2011. Y sugiere la suspensión, porque es obvio que este descalabro de Tía María afectará a los otros proyectos que en el futuro pretenderán implementar.
Sin embargo, a 50 días de iniciadas las manifestaciones, el gobierno no quiere aceptarlo, parece que la pareja presidencial Humala-Heredia se empecina y está buscando una derrota humillante como la sufrida con la #LeyPulpín, que ojalá no le pase factura a más vidas de peruanos.
13/05/15
Nota Relacionada: Perú. Proyecto cuprífero Tía María.
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Fotos: Facebook Salvemos el Valle del Tambo / larepublica.pe
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