Es poca por no decir ninguna la atención que se le presta desde los medios de comunicación occidentales al conflicto que se vive en el Kurdistán, conflicto el cual radica en la defensa absoluta de los derechos humanos y de la mujer por parte del pueblo kurdo
Es poca por no decir ninguna la atención que se le presta desde los medios de comunicación occidentales al conflicto que se vive en el Kurdistán, conflicto el cual radica en la defensa absoluta de los derechos humanos y de la mujer por parte del pueblo kurdo frente a las tropelías y crímenes que acometen contra la población civil tanto el Estado Islámico como últimamente el Estado turco. Es mi intención desde estas líneas mostrar mi más absoluta solidaridad con todas esas personas que luchan por defender su dignidad como mujeres frente a unos asesinos fundamentalistas que les intentan negar su derecho a vivir con dignidad y libertad, es por ello, por lo que desde el sur de Europa debemos de solidarizarnos con una lucha que rebosa de humanismo y de empoderamiento femenino, una lucha que persigue la paz y la buena vida en el Kurdistán, un Kurdistán que ayer como hoy sufre las envestidas tanto de los integristas religiosos como de los Estados demofóbicos y autoritarios.
Tras el atentado suicida de Suruc somos más conscientes aún si cabe de los métodos inhumanos y poco ortodoxos que utilizan los terroristas del ISIS contra la población disidente a sus ideas enfermizas, una población civil kurda que no dejo ni va a dejar de luchar contra todo aquello que considera injusto y desigual. Es importante mencionar a colación de lo anterior el papel que juegan las unidades de protección popular femeninas, unidades las cuales luchan por preservar sus derechos y libertades frente a los integristas islámicos, tales unidades de defensa legítimas son fruto de la coyuntura y de la geopolítica del lugar, no capricho ni mucho menos orgullo de unas mujeres kurdas que desean la paz y la no violencia al igual que él que escribe estas líneas.
Es paradójico y digno de mencionar que en un lugar donde la geopolítica juega en contra del pueblo kurdo por diferentes factores ya sean territoriales, políticos o religiosos, se dé una idea tan inclusiva, democrática y transformadora como es el “confederalismo democrático”, confederalismo democrático que bebe de la ecología social y de los escritos del americano Murray Bookchin, sin olvidar claro está, las aportaciones de muchos otros ideólogos y de las costumbres y formas de vida comunitarias que se daban y aún perviven en el Kurdistán. El confedaralismo democrático ,en definitiva, es una forma de organización social que se basa en la libre unión de las comunidades humanas bajo el paraguas de la confederación, renunciando tal idea por lo tanto, a la supra jerarquización y a la burocracia de partido. Podríamos decir a grandes rasgos que sus elementos principales gravitan en torno al municipalismo autónomo, el feminismo, la justicia social y el respeto por el medio ambiente.
El pueblo kurdo es por lo tanto un ejemplo para todas aquellas y aquellos que luchamos por la convicción de que un mundo más justo es posible y necesario, un mundo en el que el respeto por los derechos humanos sea una constante y no un mero maquillaje que se disipa con el paso del tiempo, en conclusión, podemos decir que la batalla que se libra en el Kurdistán representa una frontera donde se defiende de manera firme y taxativa la aplicación de los derechos de la mujer, al igual que un frente desde donde se lucha contra el terrorismo machista que representa el ISIS; tal conflicto es una imposición más para el pueblo kurdo, un pueblo en el que sus mujeres y hombres siempre han mostrado su firme compromiso por la paz y por la necesidad de un Kurdistán donde la violencia sea entregada a la papelera de la historia.
No sabemos qué pasará y cuanto más durará el conflicto que sufren los civiles kurdos, pero lo que sí deberíamos de saber es la necesidad que tenemos como sociedad civil del Estado español, de visibilizar una problemática que es ignorada por los medios de comunicación de masas y que se encuentra a la misma altura de conflictos como el de Palestina o el Sahara.
Información sobre el pueblo kurdo y el conflicto actual:
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