miércoles, 23 de septiembre de 2015

Puerto Rico: Recuerdan a guerrillero Filiberto Ojeda asesinado por el FBI

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El Ejército Popular Boricua (EPB-Macheteros) aseguró que ha mantenido hoy su continuidad, tal como eran los deseos del comandante guerrillero Filiberto Ojeda Ríos, asesinado hace una década por agentes el FBI de Estados Unidos.
El clandestino EPB-Macheteros ofreció detalles desconocidos de Ojeda Ríos, quien al saberse cercado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en la tarde del 23 de septiembre de 2005, expresó su preocupación por la preservación de la estructura político-militar.
Ante esto, la dirección puso en marcha “los planes que por mucho tiempo se habían elaborado para evitar la destrucción de la organización”.
“A las 4:15 PM de ese 23 de septiembre de 2005, recibimos una llamada desesperada que nos advertía: Ya están aquí, están disparando, llamen a la prensa”, según el comunicado divulgado por la agencia puertorriqueña Inter News Service, que autoriza el Comandante Guasábara, a nombre del Estado Mayor Nacional del EPB-Macheteros.
La muerte a los 72 años del Responsable General del EPB-Macheteros se produjo luego de que unas horas antes se escuchara un mensaje suyo grabado en la Plaza de la Revolución con motivo de la conmemoración del 137 aniversario del Grito de Lares, municipio en el centro montañoso del país.
Unos 300 agentes de las fuerzas especiales del FBI llegados de Estados Unidos días antes, se encargaron de cercar al escurridizo dirigente revolucionario, que llevaba 15 años en la clandestinidad.
El luchador independentista murió desangrado en la residencia donde se ocultaba en el sector Plan Bonito, en el occidental municipio de Hormigueros, luego de que un francotirador del FBI le baleara sobre la clavícula derecha.
El EPB-Macheteros sostiene que Ojeda Ríos fue durante el último tercio del siglo XX y la primera década del XXI, el más elocuente y comprometido representante del reclamo y defensa del derecho inalienable del pueblo puertorriqueño a su independencia y soberanía.
La dirección de la agrupación clandestina, alertada por Ojeda Ríos de su situación de cerco por el FBI, procedió a cumplir con sus instrucciones, que incluyeron “proteger información e identidades que de caer en manos enemigas hubiera causado daños irreparables”.
También señaló que consciente de que el cerco se cerraba, debido a confidencias que llegaban, Ojeda Ríos se negó a abandonar Puerto Rico para preservar su vida, ya que estaba decidido a morir en su patria, batiéndose con quienes vinieran a buscarlo.
“Fiel al valor y compromiso demostrado durante toda su vida, recibió a los asesinos como se merecían. Ante la emboscada cobarde, el Comandante combatió de frente y con valentía. Murió como vivió: luchando por la libertad”, subrayó el EPB-Macheteros con motivo del décimo aniversario del trágico acontecimiento.
Afirmó que “aún” su asesinato continúa impune porque sus asesinos y sus cómplices no han sido juzgados, pese a que el pueblo ha condenado la acción del FBI, de su entonces director en Puerto Rico, Luis Fraticelli; el subdirector José Figueroa Sancha, además del otrora gobernador Aníbal Acevedo Vilá (2005-2009), “y la de los otros chotas (delatores)”.
La organización clandestina expresó que el pueblo lo consideró “un asesinato alevoso que demostró las garras del águila, vestida de inocente avecilla democrática, mientras reprime a lo que verdaderamente defienden la libertad, la justicia y la democracia real y verdadera”.
PL

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