Alicia Armesto y Juan Carlos Mohr llegaron a Budapest y son desde ese momento nuestros ojos, nuestros oídos, dan testimonio de lo que allí sucede. Este es el primer documento audiovisual, la primera impresión a su llegada… Ayer llegamos a Budapest, nada mas dejar las cosas nos fuimos a Keleti, difícil contar lo que se […]
Alicia Armesto y Juan Carlos Mohr llegaron a Budapest y son desde ese momento nuestros ojos, nuestros oídos, dan testimonio de lo que allí sucede. Este es el primer documento audiovisual, la primera impresión a su llegada…
Ayer llegamos a Budapest, nada mas dejar las cosas nos fuimos a Keleti, difícil contar lo que se siente, cientos de personas huyendo de distintas guerras, con caras preocupadas, temerosas, deseando salir de Hungria, con miedo a los campos de los que muchos vienen. Opuesto a eso que veíamos encontramos a los niños y las niñas, sus sonrisas, sus carreras, su inocencia y la generosidad, la de la gente que no deja de llevar comida, ropa e incluso juguetes y la de los voluntarios, que pasan horas y horas colocando lo que les llevan, ayudándoles, pintando con los niños o llevando la magia a los peques en unas pompas de jabón.
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