Con el establecimiento de la paz en Colombia hay oportunidades para que cambie drásticamente el panorama político de esa nación y llegue a la presidencia un representante de la izquierda, afirmó el senador colombiano Antonio Navarro Wolff, exlíder de la guerrilla Movimiento 19.
Entrevistado por Sputnik Nóvosti, Navarro Wolff afirmó que “América Latina es el continente más desigual, más inequitativo del mundo, y yo soy del país que tiene la poco honrosa situación de tener la segunda desigualdad más grande de América, porque nos han gobernado siempre los ricos, siempre los poderosos, siempre los aristócratas, así que tenemos la esperanza de llegar a gobernar con una lógica distinta y uno de los temas principales en la agenda colombiana es la lucha contra la desigualdad”.
“Pero obviamente, si me preguntan cuál es el principal problema de Colombia hoy, diría que el primero es terminar con la lucha armada, que no haya más violencia política, que no haya más ejercicio de rebelión armada”.
Como segundo punto destacó la importancia de luchar contra la desigualdad, y en tercer lugar, contra la corrupción, para lo cual “necesitamos tener la oportunidad de ganar las elecciones, y las vamos a ganar”.
“Pero eso no es solo optimismo de los políticos, el político que sea pesimista no existe, tiene que dedicarse a ser profesor universitario o académico, hablo de una realidad que se está sintiendo en el país”, añadió el senador
Navarro relató a Sputnik las principales acciones desarrolladas por los exguerrilleros de Movimiento 19 tras la firma de paz en 1990.
“Fuimos fundamentales en la realización de una asamblea constituyente que cambió la Constitución colombiana, sin embargo, el acceso a la presidencia en un régimen presidencial como el colombiano hasta ahora no ha sido posible; hemos tenido gobiernos regionales, en estos momentos un compañero nuestro es alcalde de Bogotá, yo he sido gobernador, tenemos otros compañeros que también han sido gobernadores, gente de izquierda”, señaló, al destacar que “el avance político es sustantivo”.
El senador comentó que la persistencia de la lucha armada desarrollada por otras guerrillas se volvió un obstáculo para la lucha política de la izquierda colombiana.
“Cada vez que hay una campaña nos acusan de terroristas, de aliados de la guerrilla, que somos iguales pero con otro traje”, explicó el político colombiano.
Según el político colombiano, “la guerrilla es muy impopular en Colombia hoy, y creo que el fin de la lucha armada va a ayudar a que estos argumentos desaparezcan”.
“Desaparece ese estigma que usan contra nosotros, y además, cambia la agenda nacional, los últimos cinco presidentes han sido elegidos para hacer frente a las FARC, y eso ha dejado en segundo plano los temas sociales, los temas de modelo de desarrollo, de manera que el fin de la lucha armada, uno de los efectos que va a producir, es que va a poner temas nacionales distintos a la guerra y la paz en la agenda, y ahí, la fortaleza de las fuerzas de cambio es mucho mayor”, reflexionó el exguerrillero.
Navarro señaló que posteriormente “el país evolucionó, se volvió mucho menos campesino, más urbano, y la situación fue evolucinando”, aunque después “aparecieron grupos paramilitares para apoyar el Estado y todo eso fue cambiando la situación general del país”.
“Hoy la guerrilla es muy impopular, pero mantiene apoyo en zonas rurales, zonas rurales marginales, donde hay coca”, afirmó.
Navarro destacó que observa un compromiso de las FARC respecto a la implementación de programas de sustitución de cultivos, “por eso va a haber efectos en la coca, pero también va a haber efectos políticos generales en el país”.
El fin del conflicto armado en Colombia, según Navarro, también “va a ayudar a disminuir los cultivos ilícitos, el narcotráfico en Colombia ya no es lo mismo que hace algunos años, ahora los grandes cárteles del narcotráfico están en México, por ejemplo, pero Colombia sigue teniendo 67.000 hectáreas de sembrados de coca”.
“Estoy convencido que con la paz alcanzada con las FARC y con un buen programa de sustitución de cultivos podemos bajar a menos de 10.000 hectáreas. Se van a aumentar en Perú y Bolivia, eso es lo que pasa, mientras haya una demanda mundial importante, va a haber oferta”, sentenció.
Durante mucho tiempo Colombia tuvo muy buenas condiciones para el desarrollo de la lucha armada, señaló el senador, explicando que “hubo una guerra entre liberales y conservadores, que son los dos partidos históricos del siglo XIX, entre 1948 y 1957, había un gobierno conservador y los liberales se alzaron en armas”.
“Entonces quedó la tradición en los campesinos colombianos de tener un grupo armado que lo defendiera de sus enemigos, porque esa guerra entre liberales y conservadores fue una guerra de un sectarismo terrible, al otro lo mataban por ser del partido contrario simplemente, a los liberales los mataban por ser liberales, los mataba la policía conservadora, y a los conservadores los mataban por ser conservadores, los mataban las guerrillas liberales”, relató.
Esta situación propició, según el exguerrillero, que en el campesino colombiano se crease “un sentimiento de necesidad de tener un grupo armado que lo defendiera”.
“Esto era como ponerle la cola al burro, como en el juego infantil, donde la pusiera, a ciegas, si no había guerrilla, se hacía una; yo armé tres grupos guerrilleros en tres regiones de Colombia así”, rememoró.
Ser de la guerilla tiene un precio
“He tenido la virtud de poder vivir muy rápidamente, con el pie en el acelerador a fondo, eso me encanta, he tenido la posibilidad de ser lo que me gusta, no siempre uno hace lo que le gusta, yo hacía lo que estaba convencido”, comentó, interrogado por Sputnik sobre su actitud ante la vida.
En ese sentido expresó que todo tiene su precio en esta vida, al señalar que “en Colombia decimos, nadie almuerza de gratis, por lo tanto yo fui guerrillero y entonces me tiraron una granada y casi me matan… bueno, ese es el coste de haber sido guerrillero, nadie almuerza gratis”.
“Claro, creo que mirando las cosas hoy así como no me arrepiento de haberme alzado en armas, mucho menos me arrepiento de haber firmado la paz, de haber entendido qué era lo que había que hacer hace 25 años”, destacó.
El senador indicó que “las FARC lo están entendiendo 25 años después de nosotros”.
“Eso es una bocanada de aire fresco, comprender que habíamos hecho una reflexión correcta. ¿Qué es lo mejor? No lo sé, todas las cosas anteriores, haber vivido rápido, haber hecho lo que quería, en lo que creía, haber sido leal a mis convicciones, eso es algo de lo cual me siento bien”, reflexionó.
Interrogado sobre si intentaría asumir la presidencia de Colombia, dijo que lo había intentado tres veces y había perdido las tres, pero reiteró su confianza en que la izquierda lograría conducir el país.
“Ya no sé si estaré lo suficientemente viejo entonces para no poder ser presidente, porque ya tengo 67 años, entonces dentro de 6 u 8 años, 9 años, ya estaré de pronto muy viejo, pero no me voy a morir sin ver uno de izquierda en la presidencia de Colombia, de eso estoy seguro”, concluyó.
El Segundo Foro Internacional ‘Rusia e Iberoamérica en el mundo globalizante: historia y perspectivas’ es el mayor evento de este ámbito, que se ha celebrado en Rusia desde 2000, reúne del 1 al 3 de octubre en la antigua capital imperial a políticos, científicos y analistas latinoamericanos, rusos y europeos que debaten el desarrollo de la cooperación entre América Latina y Rusia en la coyuntura mundial actual.
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