Si usamos los mismos términos hipócritas que usan los medios de comunicación occidentales cuando nos hablan de “niños muertos” para manipular los sentimientos de la audiencia, podemos utilizarlo también para afirmar que uno de los aliados más fuertes de Estados Unidos está actualmente infligiendo una auténtica carnicería en Yemen.
Según UNICEF, los continuos ataques de la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen, han provocado la muerte de al menos 505 niños desde el 26 de marzo de 2015. Otro 710 han resultado heridos y 1,7 millones están en riesgo de desnutrición.
El lunes, un misil disparado por las tropas de Arabia Saudita impactó en la celebración de una boda en el pueblo yemení de Al-Wahijah, situado cerca del Mar Rojo. La explosión provocó 131 muertos, y el incidente está siendo etiquetado como uno de los ataques más sangrientos contra civiles durante este conflicto de seis meses.
En total, se han registrado 7.217 víctimas civiles, incluyendo 2.355 muertos y 4.862 heridos en los seis meses desde que comenzó la lucha, según las Naciones Unidas.
A pesar de estas estadísticas, el Ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, al dirigirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas el jueves 1 de octubre, tuvo la osadía de regañar a la comunidad internacional por no poner fin al derramamiento de sangre en Siria. Abdel Ahmed Al-Jubeir hipócritamente declaró que el mundo ha sido “incapaz de salvar al pueblo sirio de la máquina de matar que está siendo operada por Bashar al-Assad”
Para más colmo, el mes pasado, se anunció que Arabia Saudita dirigiría el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Documentos filtrados por WikiLeaks, confirman que se produjo un acuerdo de voto en secreto entre Gran Bretaña y Arabia Saudita para asegurar que ambos países fueran elegidos para el consejo.
Por si eso fuera poco, días antes del anuncio de que Arabia Saudita dirigiría ese Consejo de Derechos Humanos, el régimen saudí denegó la apelación de Ali Mohammed al-Nimr, un activista pro-democracia que será ejecutado por participar en una protesta contra el gobierno saudita en 2012.
A pesar de las súplicas de las organizaciones de derechos humanos de todo el mundo, se ha establecido que el joven será crucificado en cualquier momento.
Recordemos que Arabia Saudí ha ejecutado al menos a 134 personas, según Amnistía Internacional, la mayoría de ellos por decapitación.
“Es escandaloso que la ONU eligiera a un país que ha decapitado a más gente este año que Estado Islámico para ser cabeza de un consejo sobre derechos humanos”, dijo el director ejecutivo del observatorio de las Naciones Unidas Hillel Neuer. “Los Petro-dólares y la política han superado a los derechos humanos”
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