Miles de docentes en toda Italia salieron a las calles para pedir que la reforma educativa sea modificada en profundidad.
Aseguraron que si sus peticiones no son escuchadas continuaran movilizándose en defensa de este patrimonio del país que es la educación pública.
“La unión hace la educación”. Es el lema de las manifestaciones que llenaron las calles de diferentes puntos del territorio italiano de miles de docentes defendiendo la educación pública.
La protesta fue convocada por los seis sindicatos del sector (Cisl, Cgil, Uil, Confsal, Gilda y Cobas), que prometen un otoño agitado y una posible huelga general en noviembre.
Piden una profunda modificación de la ley 107, la reforma “La buena escuela” aprobada este verano. El nuevo rol de los directores de los centros, con más poder para despedir y contratar profesores, es uno de los temas que levanta más ampollas. También la renovación de los contratos públicos, congelados desde hace siete años. Califican de inaceptable los 200 millones previstos en los presupuestos de 2016 para este fin, cantidad que equivale a 7,80 euros más al mes durante tres años.
La reforma ha permitido la contratación de 100.000 profesores precarios, pero los docentes, desde las calles y plazas italianas, piden que todo el personal con más de 36 meses de servicio sea contratado de manera estable, acorde con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que criticaba que miles de docentes con cualificaciones y competencias adquiridas en la práctica profesional trabajen con contratos de duración determinada.
Los sindicatos aseguran que con estas manifestaciones celebradas en diferentes ciudades del país “se compone un mosaico de reivindicaciones, que hace fuerte y visible una educación pública que, unida, no se rinde”.
Belén Alarcón
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