La Policía de Minneapolis (ciudad del estado norteño de Minnesota, EE.UU.), afirmó que las había utilizado para dispersar a los manifestantes que se habían concentrado el pasado 18 de noviembre frente a la comisaría para mostrar su rechazo ante la muerte de Clark a manos de agentes del orden.
“Se tomó la decisión de dispersar a las personas que bloqueaban la entrada y cubrían las cámaras de seguridad en el vestíbulo”, declaró el jefe de policía local, Janee Harteau en rueda de prensa, mientras añadió: “También hemos recibido múltiples quejas de los residentes que no pudieron entrar a hablar con nuestros funcionarios e investigadores”.
Harteau aseveró que decidieron desmantelar el campamento que los activistas habían levantado alrededor de la comisaría desde hace dos días, con objetivo de evitar más protestas. Ante ello, los activistas comenzaron a lanzar ladrillos y piedras. Varios efectivos sufrieron heridas y coches de la policía quedaron destruidos.
Clark, quien había sido detenido por los agentes de policía porque era sospechoso en un caso de asalto, recibió dos tiros en la cabeza y según testigos fue abatido cuando se encontraba esposado.
El sindicato de la Policía de Minneapolis a los cuatros días del trágico episodio dio a conocer los nombres de los dos oficiales involucrados en la muerte de Clark en atención a una de las demandas de los indignados manifestantes que reclamaban justicia.
Los dos oficiales son Marcos Ringgenberg, y Dustin Schwarze, de 30 y 28 años, respectivamente, que han estado al servicio de las fuerzas policiales de esa ciudad durante los últimos 13 meses.
Aunque ni Ringgenberg ni Schwarze han tenido acciones disciplinarias desde su llegada al departamento policial, el diario estadounidense Star Tribune reveló que ambos habían enfrentado demandas federales.
En 2012, Ringgenberg fue demandado en una corte federal por supuesto abuso de poder en el arresto de un sospechoso.
Schwarze afrontó una demanda federal por presuntamente usar falsos arrestos y amenazas contra un hombre para que se convirtiera en un informante en 2009.
Las demandas fueron desestimadas en ambos casos.
La violencia policial contra la comunidad afroamericana no es un fenómeno reciente. Entre las miles de víctimas mortales de la brutalidad policial en Estados Unidos se encuentran Walter Scott, Eric Garner y Michael Brown, tres jóvenes de raza negra fallecidos en los últimos años.
Los abusos de la fuerza por parte de agentes del orden han desencadenado innumerables protestas en EE.UU.
(Con información de agencias)
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