Revelan una nueva tendencia alarmante formando entre los agentes de policía en todo Estados Unidos.
Tras los diversos abusos policiales sobre ciudadanos negros de los últimos años, que tanta indignación han provocado entre la población afroamericana, se inició una presunta campaña de castigo por parte de los afroamericanos y otras minorías contra la policia conocida como “War on Cops” (Guerra a los policias).
Sin embargo, mucha gente en los medios alternativos afirma que dicha campaña de venganza es falsa y que es la propia policia la que la ha iniciado, con el fin de justificar sus propios abusos.
Un ejemplo de ello, es este tweet en el que se habla de 3 policias que en su momento afirmaron haber sido atacados por afroamericanos, cuando en realidad, se habían disparado a sí mismos.
Cuatro policías, en diferentes departamentos del país, simularon haber recibido ataques para culpar de los tiroteos a asaltantes inexistentes. Sus historias falsas fueron recogidos en los medios, o por sus propios departamentos, y se utilizan para impulsar la idea de que los policías en América están bajo ataque.
No sólo estas historias están siendo utilizadas para hacer propaganda, sino que han permitido iniciar persecuciones masivas contra personas inocentes.
La muerte de un agente, en particular, del teniente Joe Gliniewicz, fue interpretada como un ataque en esta presunta “guerra contra la policia”, cuando en realidad, lo que hizo es suicidarse.
Todo un pueblo fue bloqueado bajo la ley marcial, en la que la policia buscó a tres sospechosos inexistentes.
Al final se reveló que Gliniewicz era en realidad un policía criminal que utilizaba la presunta “guerra contra la policía” como medio para encubrir sus actividades criminales.
Un mes más tarde, en el Departamento de Policía de England, el sargento David Houser fingió haber recibido un disparo durante un control de tráfico en Arkansas. Se lanzó otra cacería humana en todo el estado contra un inexistente “hombre hispano”.
Dos semanas más tarde, Houser sucumbió a la presión y confesó haberse disparado a sí mismo.
En junio, se informó que el oficial de policía veterano Terry Smith recibió un disparo en la espalda por parte de un desconocido, y que los activistas de Black Lives Matter estaban implicados. Sin embargo, el Departamento de Policía de Houston ahora cree que en realidad fue su socio, Gregory Hudson quien disparó a Smith.
En septiembre, el oficial Bryan Johnson estrelló su coche patrulla contra un árbol. Para encubrir su terrible conducción, Johnson disparó varios tiros contra su coche destrozado y luego llamó por radio a la comisaría, alegando que había sido víctima de la “guerra contra la policía”. Se inició otra cacería humana masiva contra un atacante falso.
El oficial de Policía Kevin Lord fue detenido el pasado martes después de que se revelara que fingió haber recibido disparos durante un control de tráfico. Lord afirmó que le dispararon a quemarropa y que su chaleco antibalas le había salvado la vida.
Ahora, ha aparecido un informe que sugiere que Lord puede haber fingido al menos una o taz vel dos tiroteos más, en los que fingió haber sido disparado durante el cumplimiento de su deber, fabricando con ello todo un historial de peligro fingido.
Lord se enfrenta cargos por tratar de influir en un funcionario público y por información falsa.
A medida que la brecha entre la policía y los ciudadanos crece en EEUU, parece que los policías están dispuestos a utilizar todos los medios necesarios para tratar de recuperar la simpatía del público…hasta el límite de dispararse a sí mismos.
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