Las autoridades de EE.UU. declararon que dos presos sauditas, Mani al Utayabi y Yasser al Zahani, y el yemení Ali Abdullah Ahmed “cometieron un acto aparente de suicidio” en Guantánamo el día 10 de julio de 2006. Sin embargo, el exguardia de la prisión Joseph Hickman ha declarado ahora a RT que los tres presos no se suicidaron, sino que su muerte fue causada por las acciones de la CIA.
Los cuerpos de los tres presos fueron hallados el sábado 10 de junio de 2006 en sus celdas. De acuerdo con el Servicio de Investigación Criminal Naval de Estados Unidos (NCIS, por siglas en inglés), los tres se habían estado planeando un suicidio. El informe del NCIS estableció que se ahorcaron con sábanas y camisetas rasgadas, aunque en realidad tenían las manos atadas.
Hickman afirma que esos tres presos creaban problemas para la administración de la base norteamericana y por eso los eliminaron con mediación de la CIA, que tiene un ‘sitio negro’ en un lugar secreto del centro de detención. Hickman explicó que el año 2005 se llevaron a cabo en Guantánamo más de 200 interrogaciones por día.
La legislación federal de EE.UU. prohíbe interrogar a individuos si estos se encuentran en huelga de hambre. Precisamente los tres encarcelados fueron líderes de una multitudinaria huelga de hambre iniciada por ellos mismos el día de su detención, lo que frenaba el proceso de interrogación en masa de los presos.
“De las 5:30 a las 6:00 de la tarde del 9 de junio estuve en la torre de guardias. Estaba de visita para ver cómo iban a desempeñar sus funciones esa noche”, contó Hickman y añadió que notó un movimiento inusual para la tarde de un viernes, algo sospechoso. El sargento vio como una furgoneta para el trasporte de detenidos estacionaba ante las puertas del Bloque Alfa del Campo 1 y se llevó a un preso en dirección a un ‘sitio negro’ de la CIA, un lugar donde se interroga en secreto a los sospechosos. Esa misma furgoneta repitió la misma operación dos veces más en los 40 minutos posteriores.
Según Hickman, teniendo en cuenta su dirección la furgoneta solo podía dirigirse a dos puntos: el sitio negro de la CIA o la playa. El exguardia aseveró que estaba seguro de que no los llevaron a la playa. “[Yasser] Al Zahrani, uno de los detenidos que murieron esa noche, escribió en la última carta a su padre que el mando de la prisión quería deshacerse de él a cualquier precio”, recordó.
Hickman dijo que dio su testimonio a las autoridades de EE.UU., pero este fue ignorado por completo. “Fui al Departamento de Justicia solo una vez. Básicamente, silenciaron mi historia porque estaba revelando la existencia del ‘sitio negro’ de la CIA, y ellos no querían que se esta información saliera a la luz”, concluyó.
(Tomado de Russia Today)
0 comentarios:
Publicar un comentario