La falta de liquidez del grupo terrorista obliga a sus médicos a sacrificar a combatientes y a traficar con sus restos en el mercado negro.
La organización terrorista Estado Islámico habría empezado a traficar con órganos humanos extraídos de sus propios combatientes heridos en los combates contra el Ejército sirio y las milicias populares, negociando con ellos en el mercado negro, informa la agencia Fars News, que cita medios locales.
“Los médicos han sido amenazados para que extraigan los órganos de los cuerpos de los soldados heridos del EI, como corazones y riñones”, informan los medios.
Los terroristas acusan en su presupuesto las recientes pérdidas de territorio en el sur de Mosul y la gran cantidad de heridos y bajas registradas en sus filas. El Estado Islámico no parece capaz de cubrir el coste que implica tratar a los heridos, por lo que está optando por sacar beneficio de los órganos en el mercado negro y así financiar futuras operaciones militares.
En 2015 exrehenes del Estado Islámico ya denunciaron cómo los terroristas aplicaban esta práctica a sus rehenes, a los que también obligaban a donar su sangre si se encontraban sanos. Asimismo, abrieron en la ciudad iraquí de Mosul una clínica especializada en tráfico de órganos dedicada a su compraventa.
Hace poco más de un año, el embajador iraquí ante la ONU, Mohamed Alhakim, denunció este hecho afirmando que los yihadistas del Estado Islámico ya desde entonces vendían los órganos de sus víctimas para financiar el funcionamiento de su autoproclamado califato, acusando al grupo de “crímenes de genocidio” y de ejecutar a los médicos que se negaban a realizar tales extirpaciones.
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