Nuevos datos revelados indican que el Pentágono experimentó un fármaco israelí en niños en el sur de Túnez buscando la cura para una misteriosa enfermedad que afectó a soldados de EE.UU. en la Guerra del Golfo.
Las informaciones han sido recopiladas por la cineasta tunecina Iman Bin Husein en una película documental denominada “¿Fabrican los asesinos medicinas?”, que revela cómo el Ministerio de Salud y el Instituto Pasteur de Túnez, un centro de investigaciones médicas, dieron el visto bueno a una petición del Pentágono para usar a un grupo de menores de edad tunecinos como conejillos de Indias para experimentar un ungüento que pudiera curar la enfermedad en cuestión.
El documental incluye una combinación de documentos escritos y testimonios en vivo de algunos individuos involucrados directa o indirectamente en el escándalo, así como declaraciones de algunos abogados y funcionarios, entre los que cabe señalar a Abdulá Sattar Ben Mousa, presidente de la Liga Tunecina para la Defensa de los Derechos Humanos, publicó el miércoles la página Web tunecina Alchourouk, citando a la cineasta.
El documento incluye además testimonios de Afif Bin Saleh, jefe de laboratorio de epidemología del Instituto Pasteur, así como de Samir Boubacar, presidente de la Comisión de Ética Médica de Túnez, y de un grupo de funcionarios en el Ministerio de Salud del país árabe en el período comprendido entre los 2002 y 2014, cuando se realizaron los experimentos ilegales.
De acuerdo con la información, el remedio elaborado por el mayor laboratorio farmacéutico israelí, compuesto de materiales peligrosos, era experimentado en niños tunecinos a cambio de un importe financiero de 50 dinares por cada “cobaya”.
Dado que la legislación tunecina prohíbe las pruebas médicas en menores, la prueba —realizada con la luz verde del Ministerio de Salud tunecino— constituye un delito de Estado, denuncian los abogados citados en la película.
Pese a recibir múltiples amenazas en su contra, Bin Husein ha asegurado que estrenará su documental en el próximo mes de abril en Túnez.
La cineasta sostuvo además que ha entregado copias de la película a personas y entidades de confianza, y que prevé presentarla además al Poder Judicial de Túnez y a la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya.
No se trata de la primera vez que se destapan escándalos sobre la “experimentación humana” realizada por EE.UU. En junio de 2015, el diario británico The Guardian reveló que la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) tenía directrices explícitas para experimentación humana con detenidos por supuesto terrorismo.
0 comentarios:
Publicar un comentario