miércoles, 15 de junio de 2016

“La escondí en el armario durante horas”: el testimonio una lesbiana que vive con su novia en Irán, donde la homosexualidad está prohibida

_89968280_hands-gettyTras el ataque en un club gay en Orlando, EE.UU., donde 49 personas murieron, alrededor del mundo se organizaron vigilias para mostrar su solidaridad con la comunidad LGBT (lesbianas, gay, bisexuales y transgénero)

Tras el ataque en un club gay en Orlando, EE.UU., donde 49 personas murieron, alrededor del mundo se organizaron vigilias para mostrar su solidaridad con la comunidad LGBT (lesbianas, gay, bisexuales y transgénero).
En 77 países del mundo, sin embargo, todavía existen leyes criminales que castigan, hasta con la muerte, cualquier “conducta homosexual”.
Irán es uno de estos. Allí, cometer un acto homosexual puede conducir a la pena de muerte y ser gay puede ejercer una enorme presión en las relaciones de familia.
Sara tiene 23 años y desde hace cuatro años ha vivido con su novia en la casa de su madre. Ambas mujeres le contaron a la BBC las dificultades que han tenido que enfrentar en su vida.
Sara
Yo tenía 11 o 12 años cuando me enamoré por primera vez de una mujer. Se lo conté a mi prima y reaccionó con horror. Me llamó hamjensbaaz: maricona.
Entonces no me di cuenta de que era un insulto pero supe que, si se lo contaba a alguien más, se burlarían de mí. Una vez le dije a mi entrenadora que sentía algo por ella y ella me respondió que leyera el Corán.
Cuando conocí a mi pareja, Maryam, hace cuatro años, yo estaba segura de era gay. Chateamos en internet y cuando fuimos a nuestra primera cita me encontré con una niña, delicada y tan pequeña. Quedé fascinada con su belleza y pensé “¿realmente va a convertirse en mi novia?”.
Mi madre escucha nuestras conversaciones por teléfono íntimas. A veces en la mañana revisa nuestra recámara, mira las almohadas y dice: “¿Por qué ustedes dos duermen tan juntas en la noche?”.
O sugiere que la cama es muy pequeña y que una de nosotros debería dormir en otra parte. También entra a la habitación sin anunciarse y se asegura que la puerta siempre esté abierta. Me gustaría decirle que pare, y que esto no le incumbe.
Mi madre me tiene miedo. Yo puedo ser muy violenta. No lesionaría a nadie, pero si me siento bajo mucha presión, me derrumbo.
A veces me da pena mi madre. Tiene casi 70 años y es una persona religiosa. No puedo discutir con ella y temo que no sea capaz de soportar todo esto.
Yo también creo en Dios y rezo todos los días. Trato de encontrar algo en el Corán que muestre que la homosexualidad puede ser compatible con el Islam. Pero no lo encuentro y no puedo preguntárselo a un imán.
Una vez vi a una terapeuta y ella comenzó a insultarme. “¿No entiendes que hasta las vacas saben cómo tener sexo normal?”, preguntó. Dijo que yo estaba violando las leyes de la naturaleza. En un momento pensé que la única forma de enfrentar esto sería teniendo un cambio de sexo.
En Irán, ser transexual es considerado un trastorno médico que puede ser tratado, pero aquí es ilegal ser homosexual.
Ya ocurrió antes y me fui de la casa dos veces. No tenía adónde ir así que regresé unos días después. A mitad de la noche la escuché llorando y rogándole a Dios que me curara. Es muy difícil.
Fui ingenua al pensar que, debido a que mis primos traen a sus parejas a las reuniones familiares, yo también podía hacerlo. Mi familia se ha hecho cada vez más hostil y en la fiesta de cumpleaños de mi primo, todos ignoraron a Maryam.
Fue muy incómodo y tuvimos que irnos. Ellos me quieren pero a ella la odian. No puedo soportarlo. Es ridículo. Una vez, cuando mis tíos vinieron de visita, tuve que esconderla en el armario durante horas. Cuando mis tías llegaron sin anunciarse, (Maryam) me pidió que la escondiera otra vez para que no tuviera que verlas.

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