El coronel norteamericano John J. Thomas, ha indicado que sus fuerzan no tuvieron una mezquita como blanco, pero el local fue alcanzado por error.
Al menos 42 civiles murieron el jueves en un ataque aéreo estadounidense contra una mezquita en la pequeña localidad siria de Al Jinah, provincia de Idlib, en el noroeste sirio. En un principio los medios presentaron la noticia acusando a aviones rusos del incidente, luego dijeron que se trataba de aviones ‘no identificados’, según la versión del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido y próximo a la oposición siria, quienes se han referido al incidente como “una masacre”.
Pero lo que pasó realmente fue un ataque de aviones norteamericanos. El Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) ha confirmado que sus cazas realizaron una incursión aérea contra lo que consideraban una “reunión” de terroristas de Al-Qaeda en Idlib.
A los muertos se suman, según el mismo OSDH, más de una decena de personas heridas en el ataque.
La jornada del viernes fue de incertidumbre respecto de los atacantes. Durante el día Actualidad RT mostró una fotografía de restos de un misil tierra aire AGM-114 Hellfire que aparece entre los restos tras el bombardeo. El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, general mayor Ígor Konashénkov, dijo a RIA Novosti que esto evidencia la implicación de Occidente.
Esta fotografía “no deja ninguna posibilidad a la coalición internacional para que guarde silencio sobre lo ocurrido” y para que sus diplomáticos “ejerzan la retórica antirrusa”, sostuvo el general.
Konashénkov ha agregado que es práctica común que Occidente emplee pruebas falsas para luego acusar la aviación rusa o a las tropas sirias de supuestos crímenes de guerra.
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