En Venezuela la situación económica es muy parecida al Chile de la Unidad Popular. Boicot de grandes y pequeños empresarios son cotidianos para provocar malestar en la población. Una panadería que recibía harina subsididada en Caracas y abusaba con los clientes, fue denunciada y tomada por los vecinos, organizados en el Poder Popular. Ya son más de cien las panaderías populares bajo la responsabilidad de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que son parte del Plan Pan para el Pueblo.
Saboteo y robo a la comunidad, dulces con pelos de gato, café hecho con agua estancada en una olla con sarro, harina acaparada, cucarachas caminando sobre alimentos expuestos, trabajadores explotados, productos vencidos, fue parte de lo que se encontró en la panadería privada Maison Bakery, de la avenida Baralt, en el centro de Caracas. Los vecinos pidieron varias veces al encargado que se adecuara a los precios justos, pero en cambio recibían por respuesta menos cantidad diaria de panes y cada vez más pequeños, de 140 gr en lugar de 180 gr.
A Lenis Coromoto Murillo la conocen como “La flaca” y hace el mejor café de la zona, trabajó durante cinco años en el local como cafetera, charcutera y en el despacho al público: “Cuando el presidente Chávez a través de la Ley del trabajo puso en funcionamiento los dos días libres para los trabajadores a nosotros nos mantuvieron librando un solo día, yo trabajé el día extra por necesidad, porque estoy levantando mi casita. Me pagaban veintidós mil bolívares semanales, entraba a las 7am hasta mediodía, salía un momento a ver a mis hijos y debía volver a las 4pm hasta las 8:30pm”, es decir, Lenis trabajó más de nueve horas diarias durante cinco años sin que fueran respetado sus derechos laborales.
Esta panadería recibía harina subsidiada para que destinaran el 90% a la elaboración de pan salado y el 10% para dulce, pero hacían todo lo contario. Incluso se sobrefacturaba con la harina, tenían varios códigos de distintas empresas para recibir mayor cantidad, pero solo utilizaban cinco sacos diarios, de los cuales destinaban únicamente dos al pan salado.
Ante la “guerra del pan” llega la Toma
Días antes de la toma de esta panadería ya el presidente Nicolás Maduro había informado la activación de más de cien panaderías populares bajo la responsabilidad de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) como parte del Plan Pan para el Pueblo. La advertencia fue definitiva: panadería descubierta especulando con la harina de trigo sería tomada por el Estado y pasada al control de los CLAP. Y para los promotores de la “guerra del pan” todo el peso de la ley.
No fueron palabras al viento. Menos de una semana después los CLAP y consejos comunales “Arturo Michelena”, “Misia Jacinta”, “Cuartel de Miraflores”, “Jardín Miraflores” y “Victoria de Altagracia” del sector, junto a la Casa de Movimientos Culturales “La Minka”, Comunidades al Mando, la plataforma nacional proyecto Nuestramérica, y el Gobierno del Distrito Capital con el apoyo del presidente Nicolás Maduro tomaron la panadería.
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