El examen a la orca Lulu reveló que tenía 957 miligramos de PCB por kilogramo de grasa; esto supera cualquier nivel visto antes en mamíferos marinos y va muchísimo más allá del límite tolerable. Lo peor es que a pesar de estar en sus 20 años, la orca nunca había tenido una cría, lo que sugiere que la contaminación en su cuerpo pudo haberle provocado esterilidad. La orca pertenece a una manada al borde de la extinción.
Ya fue chocante cuando la orca conocida como Lulu varó en las costas de Escocia después de haberse enredado en redes de pesca. No sólo porque es una forma triste de morir, sino también porque, para los estudiosos de los cetáceos, significa otra baja en una población que disminuye dramáticamente. Lulu pertenecía a una manada que ha caído a ocho individuos en el Reino Unido.
Ahora, un nuevo informe sobre su muerte reveló que la situación de esta manada puede ser incluso peor de lo imaginado. El análisis detallado de la grasa de Lulu encontró que tenía algunos de los niveles más altos de contaminantes tóxicos jamás registrados en una orca encontrada en la región. Se cree que sus niveles de PCB son 100 veces mayores que lo que se considera el nivel mínimo tóxico para los mamíferos marinos.
Los bifenilos policlorados (PCB) se acumulan en la cadena alimentaria y pueden causar una pobre calidad de vida, daños al sistema inmunológico, mayor susceptibilidad al cáncer e incluso infertilidad. Después de examinar a Lulu, se descubrió que tenía 957 miligramos de PCB por kilogramo de grasa; esto supera a cualquier contaminante visto antes en mamíferos marinos y va muchísimo más allá del límite tolerable.
La manada de orcas a la que pertenece Lulu está al borde de la extinción. Como es el último grupo conocido de orcas sobreviviendo en el Reino Unido, nunca se la ha visto interactuar con otra manada, en aguas diferentes. Algunos creen que este es un factor que contribuye a la disminución de su número.
Pero después de estudiar el cuerpo de esta orca, los investigadores llegaron a una conclusión aún más alarmante. Parece que Lulu, a pesar de estar en sus 20 años, nunca había tenido una cría en toda su vida, lo que sugiere que la contaminación encontrada en su grasa puede haberle provocado esterilidad. Las implicaciones para el resto la manada son preocupantes, ya que en los últimos 23 años no se ha observado una sola cría en el grupo de rocas escocesas. Si toda la manada se ha vuelto estéril, el problema es de máxima gravedad.
“La aparente infertilidad de Lulu es un hallazgo siniestro para la supervivencia de este grupo a largo plazo; Sin el nacimiento de nuevos animales, ahora parece cada vez más probable que este pequeño grupo finalmente se extinga “, dijo el doctor Andrew Brownlow, patólogo veterinario del Scotland’s Rural College, quien ayudó a analizar a Lulu. “Uno de los factores en la aparente falta de reproducción de estos grupos podría ser su alta carga de contaminantes orgánicos”.
Los PBC fueron prohibidos en la década de 1970, pero todavía persisten en los océanos, y los investigadores recién están comprendiendo el nivel de daño que pueden estar causando. Ahora, la causa es lograr que se eliminen totalmente este tipo de productos químicos del medio ambiente.
El Ciudadano
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