jueves, 20 de julio de 2017

La fiesta de la revolución en Nicaragua

La ciudad es una fiesta. De todo el país llegan caravanas con banderas rojas y negras que llenan la Plaza de la Fe
Foto: Sergio Alejandro Gómez
Sergio Alejandro Gómez, enviado especial
internacionales@granma.cu
MANAGUA, Nicaragua.–La ciudad es una fiesta. De todo el país llegan caravanas con banderas rojas y negras que llenan la Plaza de la Fe, a orillas del lago Xolotlán.
Muchos decidieron quedarse en vigilia durante la madrugada para recibir este 19 de julio el aniversario 38 de la Revolución Sandinista, que derrotó una de las dictaduras más sangrientas del continente.
La celebración invade los portales de los barrios que rodean la plaza. La gente más humilde y los trabajadores fueron los primeros en construir sobre los escombros del terremoto de 1972. La música cuenta historias de guerrilleros, amores perdidos en la guerra y Revolución.
De noche, la avenida de Bolívar a Chávez se ilumina con los árboles de la vida, unas estructuras gigantes de metal con miles de bombillos de colores. En la mañana, por esa misma arteria comienzan a descender miles de personas.
Comenzando la tarde, el sol es protagonista y la temperatura supera los 38 grados.
Cientos de miles de banderas del Frente y otras tantas de Nicaragua reciben al Comandante Daniel Ortega y a la compañera Rosario Murillo.
Amigos del mundo entero han venido a compartir el momento. Desde Cuba viajó el primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel.
Transmite un saludo del pueblo cubano y del General de Ejército Raúl Castro para el pueblo nicaragüense. La multitud reacciona con aplausos.
La Revolución Sandinista continúa siendo un ejemplo para los pueblos de Nuestra América, asegura Díaz-Canel. Indiscutibles son sus éxitos en el acontecer político, económico y social, añadió.
Ver en esta concentración tanta juventud, tantos rostros de alegría y esperanza es signo de que la sangre derramada no fue en vano, que está vivo el ejemplo del General de Hombres Libres Augusto César Sandino, del comandante Carlos Fonseca Amador y de todos los mártires que cayeron a lo largo de la epopeya contra la dominación imperialista, refiere el primer vicepresidente cubano ante la demostración de apoyo popular al Frente.
El presidente boliviano Evo Morales ratifica su respeto y admiración por los guerrilleros que liberaron su país y luego accedieron al poder por la vía democrática para iniciar un nuevo proceso de transformaciones.
El mandatario salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, comparte sus experiencias de guerrillero y afirma sentirse como en casa ante el pueblo hermano de Sandino.
En el auditorio están los asistentes al Encuentro del Foro de Sao Paulo. También acude el luchador independentista puertorriqueño Oscar López Rivera, quien recibió la Orden Agusto C. Sandino, la más alta que otorga la nación centroamericana.
Al comenzar el acto, la vicepresidenta Rosario Murillo recuerda la figura del líder histórico de la Revolución Cubana. Muchos en la multitud llevan su imagen junto a la del Che en brazaletes y camisas.
Daniel es el último en hablar. Se dirige a los cientos de jóvenes en las gradas y afirma que el futuro de Nicaragua está asegurado. Los llama a preservar la paz y la unidad para garantizar el futuro del país.
«Llegó la lluvia», interrumpe su discurso Daniel. «Nos hacía falta después de tanta sequía». Cuando culmina su discurso con «Vivas a la Revolución», un espectáculo de fuegos artificiales acompaña por más de 20 minutos el aguacero que no logra parar la fiesta de este 19 de julio en Nicaragua.

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