Sabemos que lo que vamos a decir a continuación, probablemente sorprenderá e indignará a muchas personas que creen en la unidad de España, pero si hacen el esfuerzo de leer el artículo hasta el final, podran conocer los argumentos que sustentan nuestras afirmaciones, antes de sacar conclusiones apresuradas.
El hecho es que consideramos que la manifestación que se ha producido este domingo 8 de octubre de 2017 en Barcelona defendiendo la unidad de España, es una manifestación ILEGÍTIMA y FASCISTA.
La consideramos ILEGÍTIMA porque se arroga ilegítimamente la facultad de representar el sentir de todos aquellos españoles que defienden la unidad de España, cuando en realidad, representa solo el sentir de una parte de ellos: la de los fachas defensores del Régimen, lo que la convierte en una manifestación de corte FASCISTOIDE.
Vamos a exponer más detalladamente nuestros argumentos.
Según datos ofrecidos por la Guardia Urbana de Barcelona, unas 350.000 personas se han manifestado en el centro de Barcelona por la unidad de España (950.000 según los organizadores).
El hecho de que cientos de miles de personas se manifiesten defendiendo la unidad de España (o cualquier otra idea), nos parece fantástico. Eso es libertad de expresión y siempre debe ser defendida y bienvenida por todos.
De hecho, podríamos llegar a decir que “ya era hora” de que estos cientos de miles de defensores de la unidad de España salieran a defender esta opción por las calles de Barcelona, puesto que hasta ahora, no habían aparecido para nada y su única existencia era bajo la fantasmagórica figura de una presunta “mayoría silenciosa”, una especie de masa informe jamás manifestada física ni electoralmente y cuya existencia espectral solo era esgrimida por parte de los políticos del Partido Popular y de Ciudadanos, puesto que solo parecía existir en su “caprichosa” imaginación.
Así pues, teóricamente, debería ser bienvenido por todos que esa presunta “mayoría silenciosa” de catalanes no independentistas aparezca físicamente por alguna parte.
Pero desgraciadamente, este no es el caso.
Esta manifestación no debería ser recibida con alegría por nadie que crea realmente en la democracia y en la convivencia pacífica…
HA SIDO UNA MANIFESTACIÓN FASCISTA
Háganse la siguiente pregunta:
¿Por qué razón esos cientos de miles de catalanes defensores de la unidad de España no se habían manifestado hasta ahora por las calles de Barcelona?
Durante los últimos seis años, hemos visto gigantescas manifestaciones independentistas cada 11 de septiembre, que reunían entre 1 millón y 2,5 millones de personas en las calles de Barcelona y toda Cataluña.
Pues bien, ¿donde estaban los 12 de octubre, día de la hispanidad, todos estos defensores de la unidad de España? ¿Por qué esas masas unionistas no salían a inundar las calles pacíficamente en respuesta a la opción independentista?
Y sobretodo, la pregunta clave: ¿qué les ha impulsado a salir a la calle precisamente ahora?
Pues bien, lo que les ha impulsado a salir ahora, ha sido la defensa de la REPRESIÓN POLICIAL contra la gente que salió a votar en el referéndum del 1 de octubre en toda Cataluña.
Lo que hemos visto, ha sido, pura y llanamente, una manifestación FASCISTA, aunque los propios organizadores y sus participantes, cargados del más absoluto y vomitivo cinismo y desvergüenza, traten de disfrazarlo de otra cosa, clamando hipócritamente “soy español, no soy un facha”.
Si esta manifestación del 8 de octubre hubiera estado realmente centrada en defender la convivencia ciudadana pacífica en Cataluña bajo el marco de la unidad de España, y no en defender el FASCISMO, tanto los organizadores como los manifestantes, habrían condenado la brutalidad policial indiscriminada contra los votantes pacíficos e indefensos que fueron apaleados sin razón alguna por las fuerzas policiales del Régimen.
Por que resulta que esas personas aporreadas por las fuerzas policiales el 1 de octubre, ERAN CONCIUDADANOS ESPAÑOLES. Y teóricamente, la unidad de España, (si esto fuera realmente una democracia), no debería tener nada que ver con la brutalidad policial, ni tampoco debería servir de pretexto para justificarla.
Pero lo que hemos visto, ha sido exactamente lo contrario: los manifestantes, a través de sus cánticos, pancartas y lemas, han hecho una defensa cerrada de esa represión policial, como si aporrear a determinados ciudadanos de este país por sus ideas, fuera sinónimo de “buena españolidad”.
De hecho, esta manifestación ha sido tan marcadamente FACHA, que cuando los manifestantes han pasado por delante de la infame comisaría de Policia de la Via Layetana, (tristemente conocida durante el franquismo por ser un centro de detención donde se practicaban todo tipo de abusos y torturas contra los opositores al Régimen), los manifestantes han lanzado encendidos cánticos de apoyo a las fuerzas policiales allí reunidas.
Y han realizado actos de apoyo ante, por ejemplo, el cuartel de Guardia Civil en la Travessera de Gracia, como muestra de adhesión al cuerpo policial, tras sus muestras de represión brutal contra la gente que votó el 1 de octubre en el Referéndum (fueran independentistas o no).
¿Qué tiene que ver la defensa de la unidad de España con lanzar vítores ante una comisaría famosa por haber albergado torturas durante el franquismo o con defender a la Guardia Civil tras aporrear a catalanes con ideas diferentes a las tuyas?
Gente de todo el mundo lo ha podido ver con una mezcla de sorpresa e incredulidad…
¿Creer en la unidad de España significa obligatoriamente aplaudir la violencia de las fuerzas policiales, como si aporrear a gente inocente los convirtiera en héroes?
¿Creer en la unidad de España significa boicotear el trabajo de los bomberos cuando acuden a una emergencia?
Por lo visto, para los participantes en esta manifestación, así era.
Tampoco debería extrañar a nadie: entre los organizadores y participantes en esta manifestación, aparte de los consabidos pilares derechistas del Régimen como el Partido Popular y Ciudadanos o los falsos socialistas de izquierdas del PSC (que han apoyado el acto de forma cobarde e indirecta como ya es natural en ellos), encontramos a entidades vinculadas a la extrema derecha, como Sociedad Civil Catalana, VOX o Somatemps, entre muchas otras.
El Régimen al completo y mostrando su auténtica naturaleza.
Como muestra del auténtico espíritu de estos maravillosos manifestantes, tan tolerantes en su defensa de la unidad de España y tan inclinados al diálogo, una pequeña muestra de su comportamiento, a modo de inciso…
Varias personas agreden a un fotógrafo en la manifestación de Barcelona creyendo que era un periodista de TV3
Un grupo de personas ha perseguido y agredido a un joven con una cámara porque les ha pedido una foto y algunos se han pensado que era de TV3.
Lo cuenta así Ara: “En la zona del paseo de Sant Joan con la calle Alí Bei, un fotógrafo aficionado ha sido agredido después de que hubiera pedido a un grupo de manifestantes unionistas hacerles una foto. Se han pensado que era de TV3 y no la han dejado responder. Le han perseguido y le han agredido, aunque la mayoría de compañeros del agresor gritaban e intentaban detenerlo”.
Ya saben, el lema de la manifestación era “Basta, recuperemos la cordura”.
El mismo tipo de cordura y concordia que veíamos el día anterior, en Palma de Mallorca, durante otra manifestación FASCISTA, (oculta bajo el pretexto de defender la unidad de España), cuando una turba de fachas destrozó una parada de Asambla Soberanista de Mallorca…por defender ideas diferentes a las suyas.
Y aquí vemos a los que se presentan como “defensores de la convivencia en Cataluña”, realizando una agresión en el metro de Barcelona y ensuciando la imagen que deberían tener los legítimos defensores de la unidad de España…
Ya ven, eso es la defensa de la convivencia, el diálogo y la “cordura” para esta gentuza.
Y por eso, reciben los apoyos que reciben, como por ejemplo, el de un famoso exlíder del Klu Klux Klan, que ha defendido específicamente esta manifestación del 8 de octubre.
Este es el modelo de “España Unida” que se defendía en esta manifestación…
UNA MANIFESTACIÓN ILEGÍTIMA
Como decíamos, el carácter fascistoide de la manifestación y la defensa de la represión policial, le quita toda legitimidad, pues no tiene nada que ver con la legítima defensa de la unidad de España.
Esta gran manifestación unionista, habría sido legítima y defendible si se hubiera producido antes de la represión policial del 1 de octubre. De hecho, lo han sido todas las manifestaciones en favor de la unidad de España que se han ido produciendo cada 12 de octubre en las calles de Barcelona.
Pero la de este 8 de octubre, justo ahora y en estos términos, no lo es en absoluto. Cuando la unidad de España se defiende a la sombra de la represión policial, lo que tenemos es FASCISMO y TOTALITARISMO.
Usted no puede ir a la casa de alguien, pegarle una paliza por que no le gustan sus ideas y después decirle “Basta, recuperemos la cordura”, o “¿Hablamos?”, los lemas de las últimas manifestaciones que hemos visto estos días por Barcelona y otros lugares de España.
Esto es una INDECENCIA que solo puede producirse en una sociedad profundamente enferma, como es la española, tras tantas décadas de adoctrinamiento en el odio.
The Spanish state is clearly determined to push Catalonia into a UDI. Just like Hitler used an ethnic minority to drive the ethnic majority into his arms. PP is doing the same. By refusing all mediation or dialog, Rajoy leaves only UDI, which will unite Castilians behind PP.
Y para terminar, otro aspecto que contribuye a restar legitimidad a esta manifestación del 8 de octubre en Barcelona, es el hecho de que a ella haya asistido una cantidad no especificada de personas procedentes del resto de España.
Si se supone que en Cataluña existe una “mayoría silenciosa” de catalanes no independentistas, este era el momento idóneo para sacarlos todos a la calle, y poder comparar su presencia con la de aquellos catalanes que salen a las calles a defender la independencia.
Traer a gente de toda España en autobuses y trenes, es boicotear de forma premeditada esa posibilidad de comparación. Algo muy decepcionante.
De hecho, esta extraña trampa al solitario que se ha hecho el unionismo, nos lleva a hacernos algunas preguntas incómodas.
Si realmente existe una mayoría de catalanes que no quieren la independencia, ¿por qué no se permite la celebración de un referéndum de autodeterminación acordado con el Estado?
Esa mayoría presuntamente holgada de catalanes contraria a la independencia, sin duda ganaría el Referéndum y se zanjaría de una vez por todas el problema, ¿no?
Sería la solución final para acallar la boca de los independentistas catalanes.
A no ser que esa presunta mayoría anti-independentista en Cataluña, sea una gran mentira…
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