El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, calificó como “lamentable” el hostigamiento a tiros que miembros de la policía de ese país hicieron este domingo a una misiónhumanitaria, de la que hacían parte periodistas y que trataba de llegar al lugar donde el pasado jueves fueron asesinados seis cultivadores de coca.
“El incidente de ayer es un hecho lamentable. Nuestro Gobierno valora siempre la labor de las autoridades de control y de misiones humanitarias como la que fue agredida ayer”, manifestó el presidente en un acto celebrado en La Uribe, localidad del departamento del Meta, en el centro del país.
El hostigamiento, en el que también se lanzaron granadas, ocurrió este domingo en las cercanías de la aldea de Tandil, que hace parte de Tumaco, en el departamento de Nariño, una convulsa región del suroeste del país. Según la ONG Comunidades Construyendo Paz (Conpaz), de la comisión humanitaria hacían parte también miembros de la ONU, de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA, de diversas organizaciones sociales y periodistas de los diarios El Espectador y El Tiempo y de la Revista Semana.
El grupo buscaba llegar hasta Tandil, un remoto lugar escenario de la matanza de los campesinos, que dejó además cerca de 20 heridos y que, según la primera versión oficial había sido cometida por disidentes de las FARC, aunque diversas organizaciones sociales la atribuyeron después a la Policía encargada de la lucha contra el narcotráfico.
Santos aseguró que ordenó a la Policía y a las Fuerzas Armadas “que garanticen total cooperación con las investigaciones” de organismos como la Fiscalía y la Procuraduría “para hacer claridad absoluta sobre todos estos hechos y establecer las responsabilidades a que haya lugar”. “Las acciones de la fuerza pública contra las bandas criminales y en la erradicación de cultivos ilícitos deben ser contundentes, pero siempre en el más estricto respeto a los derechos humanos”, aseguró.
De la misma forma, aclaró que el Gobierno no permitirá “que organizaciones al margen de la ley intimiden o presionen a la comunidad”. “No vamos a bajar la guardia contra el narcotráfico, combustible de la violencia durante tantos años”, afirmó, resaltando en esta parte que Tumaco, el municipio colombiano que tiene más hectáreas cultivadas de coca y donde campean diversas organizaciones criminales, “es una región prioritaria para el Gobierno y el Estado en la construcción de paz”.
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