El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) reiteró que es inocente, un día después de ser condenado a 12 años y un mes de cárcel por presuntos delitos de corrupción y blanqueo de dinero.
“Saben que han condenado a un inocente”, expresó en São Paulo (sureste) en la reunión ejecutiva nacional del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), que se dispone a lanzarlo oficialmente como precandidato a las elecciones generales de octubre.
Al ser condenado en segunda instancia, Lula no podría presentarse a las elecciones, aunque su defensa aún puede recurrir al Tribunal Superior de Justicia y al Tribunal Supremo Federal.
No obstante, la decisión final la tomará el Tribunal Superior Electoral a partir de agosto, cuando se inscriben de forma oficial las candidaturas.
El expresidente aseguró este jueves que batallará “hasta el final” y que recurrirá a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) si es necesario.
Sin embargo, recalcó que lo importante es que el partido entienda que lo que se juzgó es la forma en que el PT gobernó Brasil.
“Por primera vez colocamos al pobre en el centro del debate económico y la ascensión social”, aseguró, pidiendo construir una narrativa para debatir con la sociedad brasileña, porque si no el próximo paso será criminalizar al PT, así que pidió estar alerta.
“Este partido gritaba que no habría ‘golpe’ y hubo ‘golpe’; ahora ya no necesitan militares con cañones delante del Congreso Nacional, ahora lo hacen a través de las instituciones, con la construcción de un pacto entre el sistema judicial y los medios de comunicación”, advirtió.
Lula se mostró en todo momento de buen humor, relatando momentos “surrealistas” de la persecución que sufrió en los últimos meses, cuando mandaron registrar su casa, lo que, afirmó, parecía una escena de película.
“Interrogaron hasta a la veterinaria que atendió a mi perra Mel cuando le picó una serpiente”, dijo provocando las risas de sus compañeros.
Lula hizo estas declaraciones arropado por los líderes de su partido y escoltado por la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) y por la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann.
Sputnik
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