Amenazas de la estrategia Imperial para acabar con la Revolución Bolivariana y expoliar los recursos minerales y naturales del País.
Es el tema de la semana luego del inesperado desenlace de las mesas de diálogo y negociación, donde el sector opositor al gobierno de Nicolás Maduro rechazara de manera categórica firmar el acta de acuerdos con los representantes del Gobierno, un acuerdo esperado por todos los Venezolanos de paz, quienes cifraron esperanzas en los resultados de las negociaciones de Santo Domingo para poder comenzar el tránsito hacia la superación de la crisis Económica.
Ese rechazo a firmar el acta de acuerdo por parte del sector opositor es una muestra del irrespeto que siente la burguesía Venezolana por la situación que mantiene en zozobra al pueblo venezolano, es una burla para quienes creen en la democracia, en la paz y la resolución de los conflictos por vías democráticas y pacíficas.
Antes habíamos presenciado cómo los más destacados líderes opositores habían enviado a sus familiares al extranjero para ponerlos a resguardo de una posible intervención militar por parte de EEUU de fallar las negociaciones de Santo Domingo, lo que implica alevosía en las intenciones opositoras, el comportamiento de la oposición en el transcurso de las conversaciones para alcanzar acuerdos se puede catalogar como una táctica dilatoria y de cortina de humo para el líder de la de la delegación opositora el Señor Julio Borges, que al participar de manera protagónica en el proceso de acuerdos y negociación buscaba salvarse de una acusación de traición a la patria por solicitar a fuerzas extranjeras la intervención de Venezuela.
Se infiere de la carta enviada a la delegación opositora de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero una exaltante preocupación por la negación de la firma, ya que se le cierra el camino a la paz y con ello se crean condiciones favorables para una intervención por parte de EEUU.
Se conoce de manera confirmada que ya algunas tropas, buques y Cazas de EEUU, en las bases de Panamá bajo las órdenes del Comando Sur, se alistan para tomar acciones, lo que mantiene alertado a los órganos de inteligencia del estado Venezolano.
¿Por qué la posibilidad de una intervención militar y no un acuerdo de paz?
El presidente Nicolás Maduro ha realizado todos los esfuerzos por generar confianza sobre las relaciones con EEUU a tal punto que la empresa Halliburton envió representantes a Venezuela para comenzar a explorar posibles acuerdos de Cooperación energética, La Asamblea Nacional Constituyente aprobó una Ley de Promoción y Garantía de Inversiones Extranjeras, nuestro país sigue enviándole a EEUU de manera segura 600 Mil barriles diarios de petróleo y sin embargo esto no satisface los deseos de la potencia del Norte, que pretende establecer una especie de tutoría sobre los recursos naturales y minerales de Venezuela, no tanto porque los necesite, sino más bien para que no caigan en manos de potencias enemigas del Imperio, es decir en manos de China y Rusia, eso en parte porque existen también otras razones de mayor impacto para la potencia Imperial y tiene que ver con la revolución Bolivariana, para nadie es un secreto que EEUU le ha declarado la guerra a la idea del Socialismo del Siglo XXI y mas allá, por primera vez en su historia declara enemigo a un país, en este caso dos Rusia y China, lo que ha valido la modificación de su estrategia guerrerista.
Los antecedentes recientes de intervención directa de EEUU en Venezuela dan cuenta de una férrea oposición a la idea de de implantar un modelo Socialista en nuestro país, desde que el Comandante Chávez anunció el comienzo de la Revolución Bolivariana EEUU ha seguido de cerca los pasos del Gobierno Bolivariana para adelantar la propuesta, por eso vimos como el golpe de Estado del 2002, ordenado desde Washington tuvo como colofón, la aprobación e implementación de la Ley Habilitante que le otorgaba al Gobierno facultades para expropiar, tierras y fabricas ociosas, expropiar entidades financieras que se dedicaban a especular, asfixiar a deudores y a estafarlos, es decir que el golpe de estado fue la respuesta del Imperio ante la posibilidad del avance de la revolución Bolivariana para alcanzar el Socialismo.
En el 2007 operó algo similar en cuanto a términos cualitativos, la reforma Constitucional que fué sometida a consulta popular, que promovía una serie de instrumentos legales para conferirle poder soberano al pueblo fue objeto de la mas despiadada campaña de manipulación mediática de la historia Venezolana, que caló en la ciudadanía y costó la primera derrota política de la revolución Bolivariana.
En la actualidad estamos presenciando como constante del comportamiento Imperial, una nueva arremetida contra el proceso Revolucionario de Venezuela, con la guerra Económica como estrategia de ablandamiento previo al asalto final, en un momento en que se cruza con la posibilidad a corto plazo de aprobación de una Constitución que promulga un nuevo Estado de carácter Comunal a través del Asamblea Nacional Constituyente, es decir que nos enfrentamos al Imperio en diferentes planos y en una sola dimensión, la Geoestratégica, por el control total de la posibilidad de realización de la Globalización (Totalización) Imperial.
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