En medio de una polémica mundial, por el trato criminal que da a las familias de inmigrantes que separa de sus hijos, este martes el Gobierno de Estados Unidos anunció su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La embajadora permanente ante el foro mundial, Nikki Haley, leyó un comunicado en Washington acompañada por el secretario de Estado, Mike Pompeo. Allí mencionó que tomaron la decisión porque otros Estados “no tuvieron el coraje de unirse a nuestra lucha para reformar un organismo hipócrita y autocomplaciente”.
Aunque la excusa fue esa reforma que incluía revisar el mecanismo para aprobar el ingreso de nuevos Estados miembros, hubo otro motivo de mayor peso: la defensa de su gran aliado Israel, uno de los mayores violadores de Derechos Humanos en el mundo.
Haley señaló que “el Consejo está irremediablemente sesgado en contra de Israel” y que el retiro de Washington es el único paso coherente “respecto de un órgano que no merece el nombre que lleva”, reseñó la Agencia Sputnik.
El Consejo de Derechos Humanos está integrado por 47 miembros y se creó en 2006 por la Asamblea General, en sustitución de la Comisión de Derechos Humanos.
La decisión, cuya amenaza ya venía planteando el Gobierno de Donald Trump desde hace meses, se concreta un día después de la apertura de la sesión plenaria en la que se abordará la crisis migratoria.
No sorprende del todo la decisión, porque las medidas de Trump lo aíslan cada vez más en el escenario internacional y lo alejan del multilateralismo: ya se retiró de la UNESCO, del Pacto del Clima de París, del tratado comercial del Transpacífico y del acuerdo nuclear con Irán.
0 comentarios:
Publicar un comentario