Hillary Clinton, la embajadora del terror genocida, anunció que Washington desplegará su escudo antimisiles en el mismo lugar que iba a hacerlo el criminal de guerra George Bush. EEUU comienza a avivar, de nuevo, el fuego en Centroeuropa y vuelve a demostrar que tiene intenciones de prolongar su agonizante hegemonía mediante la fuerza bruta. Esos misiles apuntan contra Rusia y Alemania, países que mantienen magníficos vínculos comerciales y políticos.
El embajador ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin, ha criticado la decisión estadounidense de desplegar elementos antimisiles en territorio de Polonia, pais vasallo de Washington "Los estadounidenses insistentemente, yo diría que tercamente, continúan imponiendo su concepción, sin tener en cuenta que eso se contradice con las obligaciones adquiridas y la posibilidad de llegar a acuerdos", afirmó y avisó que esa decisión dificultará las negociaciones bilaterales sobre defensa antimisiles.
Rogozin citó filtraciones (claramente intencionadas) en el sentido de que la OTAN (organización que el iluso Medvedev considera “amiga”, supongo que hasta hoy) había diseñado un plan de defensa de Polonia y las tres repúblicas bálticas, contra una posible agresión militar rusa. También criticó el reciente emplazamiento de misiles Patriot en Polonia a 60 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado, un "territorio muy vulnerable donde chocan los intereses de Rusia, Europa y, según vemos ahora, EEUU". Relean eso: Choque de intereses entre Rusia, Europa y EEUU. Más claro, agua.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, abordará estas cuestiones el próximo viernes en Moscú con el vicepresidente de EEUU, Joe Biden. Esperemos que no siga haciendo el idiota tragándose las explicaciones infantiles del mayor país terrorista del mundo.
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