Como una novela capitulada, o aquella vieja serie de Falcon Crest, se va cumpliendo el guión, capítulo a capítulo, bajo la dirección magistral del pentágono. Es un libreto standart que se actualiza y adecua a las instancias, al escenario, al público que mira.
Obama es un florero en la Casa Blanca, si se atreviese a expresar los sueños que quizá un día tuvo, caería y se estrellaría contra el suelo de la oligarquía añeja y empoderada del poder imperial. Hay, quizá si, un poco más de cautela, eso no cambia nada, la prisa es plebeya. No cambiarán su arremetida, sus ojos están fijos en el subsuelo libio. El libreto comenzó en Túnez y Egipto, izquierda y derecha de la víctima elegida, estrenaron esta vez, un actor nuevo: “las masas”. Es que vieron esa mina de oro negro y sacaron sus viejas armas de siempre: la libertad y la justicia. Esa centenaria dictadura del dólar que a bien se disfraza de demócrata, puso en el script usar el desgaste de las dictaduras de sus mismos lacayos, los cuales serían refrescados por nuevos mandos similares y generarían la matriz de conducta, que tendería a repetir la insurgencia en Libia, claro, en manos de sectas o tribus ya contratadas para ejecutar su papel.
La sorpresa sorprende y valga la redundancia. Quizá no fuimos capaces de atisbar a donde estaban apuntando cuando comenzaron la “rebeliones populares” inducidas y controladas, sentimos, creímos, creemos, que son expresión del descontento social, si lo son creo yo, pero tratan de ser manipuladas y manejadas desde la sala de batalla del pentágono. ¿Qué destino sino el pago a los papeles protagónicos, tendrá la reserva económica de Libia que supera los 200 mil millones de dólares, que congeló y desapareció el mismo imperio?
Hoy estamos en el capítulo humanitario. Se perfuma de humanismo el Sr. Obama y ante las cámaras de la mass media dice que sus barcos de guerra van por los miles de refugiados, que salen de Libia ante el drama del dictador en cuestión. Para nada se cuenta por qué esto no pasó antes, para nada el por qué estos vecinos trabajaban en Libia, para nada que tenían el más alto ingreso per cápita, para nada los avances de la revolución verde.
Creo que estos intermedios entre capítulo y capítulo, son el espacio en que se debe responder. Ellos lo usan para idiotizar a la mayoría repitiendo falsedades, insistiendo en sus valores de democracia y libertad. Esos que nunca usan en Irak o Afganistán, esos territorios liberados de los sátrapas dictadores que hoy “disfrutan de la libertad, la democracia, la justicia y bla, bla, blá.” Estos intermedios son el espacio que debemos asaltar de forma subversiva, es el cielo donde debe reverberar el grito que despierte a todas y todos, el tiempo para que los países del sur, encabezados por el Alba, apoyados por Unasur, constituyan la Comisión Internacional que viaje a Libia y libre las lucha porque el pueblo sea quien decida su destino.
Si Libia quiere cambiar, que cambie Libia. No a la intervención de los gringos y la OTAN, es la lucha que se debe dar. Hay que repetir hasta el cansancio que todo es un montaje imperial para abastecer sus carencias energéticas, para crear una guerra enfrente de Europa, bien lejos de la tierra santa imperial y que este enfrentamiento reactive la industria de la guerra y salve la gran crisis económica. ¿Es que Europa perdió la memoria de sus guerras?
Continuará, el esbirro seguirá vendiéndose al amo, el canalla poniéndose precio, la maraña de falsos hechos, el teatro, las escenas una a una, editadas desde las grandes mentes del pentágono. Igual debe crecer la fuerza revolucionaria que es quien tendrá la furia de los pueblos que sufren la caída imperial. Estamos en la transición a la era del ecozoico, los tiempos de una nueva humanidad que pase por encima de las ruinas del último imperio del egoísmo para abrir de par en par el camino de la nueva sociedad, de la mujer y el hombre nuevo. Despertad todas y todos que ha llegado la hora de luchar!!
La Revolución mundial también será continuada, ¡Venceremos!
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