Tres senadores estadounidenses llamaron hoy a que Washington aumente la presión militar contra Muammar al Gaddafi para que renuncie, e incluso a que la OTAN finalice el conflicto con rapidez con un ataque destinado a ultimar al líder libio y su círculo en Trípoli, informó Reuters.
"Mi recomendación a la OTAN y la administración es cortar la cabeza de la serpiente, ir a Trípoli, comenzar a bombardear el círculo íntimo de Gaddafi, sus complejos, sus cuarteles militares", dijo el senador republicano Lindsey Graham, en el programa State of the Union, de CNN.
Por su parte, el ex candidato presidencial John McCain, quien estuvo en Bengasi la semana pasada para mostrar apoyo a los rebeldes, dijo que Gaddafi debe ser "consciente de que su vida está en peligro".
También el legislador independiente Joseph Lieberman señaló que era "muy importante que Gaddafi y su familia y todos los demás cerca de él se despierten a diario pensando que es su último día" para evitar un "punto muerto muy costoso y destructivo".
Además, al referirse a Siria, los senadores instaron a la Casa Blanca a mostrar más apoyo para los manifestantes contra el presidente sirio, Bashar al Assad.
Lieberman fue aún más allá, con una solicitud de embargo de armas a Siria y sanciones contra Al Assad y su familia, pues opinó que Estados Unidos "no está haciendo lo suficiente".
En tanto, los bombardeos dirigidos por la Organización del Atlántico Norte (OTAN) continuaron este domingo en Trípoli, capital de Libia, y en otras cuatro ciudades : Sirte (este), Al-Jams, Al-Assa y Gharyen, dejando numerosos heridos, reportó Telesur.
La agencia oficial de noticias HASA dijo que los blancos de los ataques fueron objetivos militares y civiles, y los bombardeos son de aviones no tripulados del tipo Depredador, tal y como lo confirmó el Departamento de Defensa norteamericano.
Según voceros del autoproclamado Consejo Nacional de Transición rebelde, con sede en Bengasi, la ofensiva de la OTAN parece haber frenado el avance del Ejército libio en inmediaciones de Brega y Ajdabiya, en el oriente, lo que presupone una nueva ofensiva insurgente.
La ciudad de Misratah se afianzó hoy como escenario neurálgico de enfrentamientos armados entre partidarios y detractores de Gaddafi, luego de que el Gobierno libio confirmó haber detenido allí las operaciones militares, aunque sin abandonar el enclave.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Khaled Kaim, aseguró que el Ejército regular suspendió las operaciones armadas, pero negó que esa decisión implicara que las tropas de Gaddafi se hayan retirado de la ciudad, según PL. "Si los rebeldes no se rinden en los próximos dos días, las tribus armadas pelearán contra ellos en lugar del Ejército", puntualizó.
Mientras, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y el Secretario General del Comité del pueblo libio, Al-Baghdadi Ali al-Mahmudi, sostuvieron una conversación vía telefónica, donde Rusia confirmó su disposición de mediar en el conflicto si hay un cese del fuego.
Lavrov destacó la creciente inclinación a buscar una salida política por parte de Trípoli, que propuso a Rusia ejercer sus buenos oficios como mediadora para una solución pacífica al diferendo.
PIDEN REFORMAS EN MARRUECOS
Más de 10 000 personas salieron a las calles de Casablanca para pedir reformas inmediatas y el fin de los arrestos políticos en el país alauí, en lo que es el tercer día de protestas masivas desde su inicio el pasado mes de febrero.
A la manifestación de Casablanca se sumó otra protesta en la capital, Rabat, para denunciar las prácticas de corrupción en el seno del Gobierno marroquí y protestar por el alto nivel de desempleo juvenil, reportó Europa Press.
Por su parte, el ex candidato presidencial John McCain, quien estuvo en Bengasi la semana pasada para mostrar apoyo a los rebeldes, dijo que Gaddafi debe ser "consciente de que su vida está en peligro".
También el legislador independiente Joseph Lieberman señaló que era "muy importante que Gaddafi y su familia y todos los demás cerca de él se despierten a diario pensando que es su último día" para evitar un "punto muerto muy costoso y destructivo".
Además, al referirse a Siria, los senadores instaron a la Casa Blanca a mostrar más apoyo para los manifestantes contra el presidente sirio, Bashar al Assad.
Lieberman fue aún más allá, con una solicitud de embargo de armas a Siria y sanciones contra Al Assad y su familia, pues opinó que Estados Unidos "no está haciendo lo suficiente".
En tanto, los bombardeos dirigidos por la Organización del Atlántico Norte (OTAN) continuaron este domingo en Trípoli, capital de Libia, y en otras cuatro ciudades : Sirte (este), Al-Jams, Al-Assa y Gharyen, dejando numerosos heridos, reportó Telesur.
La agencia oficial de noticias HASA dijo que los blancos de los ataques fueron objetivos militares y civiles, y los bombardeos son de aviones no tripulados del tipo Depredador, tal y como lo confirmó el Departamento de Defensa norteamericano.
Según voceros del autoproclamado Consejo Nacional de Transición rebelde, con sede en Bengasi, la ofensiva de la OTAN parece haber frenado el avance del Ejército libio en inmediaciones de Brega y Ajdabiya, en el oriente, lo que presupone una nueva ofensiva insurgente.
La ciudad de Misratah se afianzó hoy como escenario neurálgico de enfrentamientos armados entre partidarios y detractores de Gaddafi, luego de que el Gobierno libio confirmó haber detenido allí las operaciones militares, aunque sin abandonar el enclave.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Khaled Kaim, aseguró que el Ejército regular suspendió las operaciones armadas, pero negó que esa decisión implicara que las tropas de Gaddafi se hayan retirado de la ciudad, según PL. "Si los rebeldes no se rinden en los próximos dos días, las tribus armadas pelearán contra ellos en lugar del Ejército", puntualizó.
Mientras, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y el Secretario General del Comité del pueblo libio, Al-Baghdadi Ali al-Mahmudi, sostuvieron una conversación vía telefónica, donde Rusia confirmó su disposición de mediar en el conflicto si hay un cese del fuego.
Lavrov destacó la creciente inclinación a buscar una salida política por parte de Trípoli, que propuso a Rusia ejercer sus buenos oficios como mediadora para una solución pacífica al diferendo.
PIDEN REFORMAS EN MARRUECOS
Más de 10 000 personas salieron a las calles de Casablanca para pedir reformas inmediatas y el fin de los arrestos políticos en el país alauí, en lo que es el tercer día de protestas masivas desde su inicio el pasado mes de febrero.
A la manifestación de Casablanca se sumó otra protesta en la capital, Rabat, para denunciar las prácticas de corrupción en el seno del Gobierno marroquí y protestar por el alto nivel de desempleo juvenil, reportó Europa Press.
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