Gobiernos sordos y poderes fuera de control

Ha sonado un gran despertador mundial.Ojalá despierte a los suficientes dormidos como para que sea posible construir una verdadera democracia.

originario 

GOBIERNO DEL PUEBLO: DEMOCRACIA REAL

Una cosa es tener el poder y otra gobernar. Gobiernan los políticos que se elige en las urnas, pero el poder lo tienen los ricos banqueros y lo ejercen a través de sus agentes bancarios, mediáticos, policiacos, militares, religiosos . Los gobiernos se limitan a hacer lo que aquellos les permiten. Por eso siempre defraudan a los electores.

La soberanía popular, por medio del voto, legaliza el poder de los  representantes parlamentarios, sí, pero por otra parte, y para contrarrestar  cualquierexceso de celo del pueblo soberano, y evitar revueltas como ya sucediera en la historia de países como  España, Francia, Méjico, China, Chile, Argentina, Checoslovaquia Argelia , Palestina, etc., se establecen todo tipo de leyes y procedimientos legales y burocráticos, pero autoritarios, para evitar al pueblo soberanoconvertirse en dueño de las democracias, ejercer verdaderamente su soberanía,  tomar el poder real de tal modo que lo pierdan aquellos que tienen realmente y organizan el mundo desde el FMI, el BM, la OMC, el Vaticano   y “Ongs“ semejantes.

Todo está perfectamente organizado de tal modo que si sucede que los ánimos soberanistas de un pueblo   cualquiera del mundo son muy altos, se restringen las libertades,   se activan todo tipo de mecanismos de control (mediático, legal, policiaco) y se le pone el límite. Pero si los ánimos soberanistas son extremadamente altos y con los votos obtienen gobiernos que  puedan contravenir intereses vitales de los que realmente controlan el mundo, entonces se les llama populistas, se les desacredita, se atenta contra sus representantes, se anulan las elecciones (como se hizo en Argelia hace años) o se arruina la economía del  país que cruzala raya roja  y, si ve necesario, se sacan los tanques del garaje o los bombarderos del hangar, pues siempre  están engrasados y puestos a punto. Sobran ejemplos que los lectores conocen sobradamente. En todos ellos hay dos elementos clave que el capitalismo teme: el ascenso del islamismo incontrolado y el ascenso de democracias verdaderamente socialistas. Lo  primero  pone en peligro los intereses petrolíferos y geoestratégicos occidentales, y lo segundo les desenmascara como pretendidos demócratas defensores de los derechos humanos, y etc. etc. En otro plano es lo mismo que le sucede a la Iglesia con los cristianos originarios.

  Cada vez que hay elecciones en países árabes, como ahora en Turquía, se nota un nuevo movimiento de votos hacia los sectores  islamistas, que buscan su propio espacio de poder. Pero será un poder controlado desde dentro por el ganador y desee fuera por el Gran Inquisidor, ustedes ya me entienden. Pero los hambrientos del mundo oriental  están desesperados y muchos deseosos tanto de justicia como   de venganza contra los que suponen los responsables de su miseria. Deseos  que serán canalizados  debidamente para que en ningún caso  bajen las acciones de las petroleras ni de los bancos. De eso podemos estar seguros.
Sin embargo,algo nuevo se mueve, pero no en la sombra, como ejercen el poder los ricos, sino en la calle y a plena luz del día. Ha sonado  un   gran despertador social, y ojalá que despierte a los suficientes en todo el mundo.