En su ya larga guerra contra Libia, la gran prensa y la diplomacia norteamericana parecen fabricar titulares alrededor del sexo para una audiencia que está familiarizada con el asunto.
Iroel Sánchez | La pupila insomne
La noticia del 29 de abril
Mientras crece la presión sobre el congresista estadounidense Anthony Weiner, protagonista de un escándalo sexual desde el gimnasio de la Cámara de representamtes de EE.UU., la gran prensa y la diplomacia norteamericana parecen fabricar titulares alrededor del sexo en su ya larga guerra contra Libia para una audiencia que está familiarizada con el asunto.
El pasado 29 de abril muchos medios internacionales se hacían eco de las declaraciones de la embajadora norteamericana en la ONU, Susan Rice, acusando al gobernante libio Muammar el Gaddafi de distribuir viagra entre sus tropas para fomentar violaciones a mujeres de ese país.
Los despachos de prensa recogían el testimonio de un diplomático presente en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rice hizo semejante denuncia, quien afirmó que ella “dijo eso en la reunión pero nadie respondió”.
Se decía entonces que “Susan Rice no ha desvelado las fuentes de las que procede dicha afirmación, aunque otro diplomático presente en la reunión ha explicado que la representante estadounidense pretendía ilustrar el hecho de que la coalición internacional ¨se enfrenta a un adversario atípico que comete actos reprensibles¨”. Sin embargo, ahí quedó todo, y a pesar de no haber pruebas, la noticia recorrió el mundo por unas horas y luego se apagó.
Casi mes y medio después, aparece en la misma prensa una afirmación en sentido contrario pero con idéntica opacidad en las fuentes: “Gadafi envía mujeres soldado a luchar cuerpo a cuerpo con los rebeldes libios“.
Se pregunta uno si es que nos están tomando el pelo, o si es más conveniente inflar titulares insólitos que hablar de las víctimas civiles que dejan los bombardeos de la OTAN en su cacería de este “adversario atípico” que, según los crédulos medios, lo mismo estimula a violar mujeres que se defiende poniéndolas a combatir “cuerpo a cuerpo” contra sus enemigos.
Si de paso esto ayuda a que olvidemos las atrocidades con tinte sexual, cometidas por soldados norteamericanos en Abuh Ghraib, de las que ya ningún medio habla, seguramente se trata de un daño colateral…(Publicado en CubAhora)
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