Todos los grandes nombres de petroleras internacionales están velando armas y esperan que les vuelvan a dejar el paso franco para volver a sus lugares de prospección.
Las petroleras tardarán un año y medio en recuperar su producción en Libia
Un año y medio. Las petroleras manejan ese plazo para volver a beber con la misma fluidez previa al estallido del conflicto del oasis de crudo libio. A mediados del pasado mes de febrero, el país que gobernaba Gadafi producía 1,6 millones de barriles de crudo al día, el 2 por ciento del total de la producción mundial, y el tercer mayor volumen de África, por detrás de Nigeria y Angola. Para volver a esos niveles y recuperar su puesto en el ranking mundial tendrán que pasar hasta 18 meses.
Libia es el noveno país del mundo por reservas probadas, con aproximadamente 1,5 billones de metros cúbicos, unos 46.000 millones de barriles. Pero los siete meses de infierno que ha vivido el país, con el abandono de las terminales de exportación, las gasolineras y los conductos, la cifras de producción se han reducido a algo menos de 100.000 barriles diarios.
La tarea de reconstruirEl Ejecutivo resultante de la victoria del pueblo tendrá en sus manos la recuperación de la economía. Una de las menos endeudadas del mundo, según la OCDE. Un tercio de su PIB proviene de la exportación de crudo y corresponde al 75 por ciento de su presupuesto. La mayoría de los yacimientos de Libia se hallan en la cuenca Sirte, con un 80 por ciento de las reservas.
Los rebeldes han dejado claro que querían restablecer los niveles de producción en tres semanas. Tarea harto complicada, a decir de los expertos. El director general de la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) cree que aún hay que ser cautos. "Antes de seis meses como poco, o un año y medio, no se volverá a los niveles de producción anteriores". Álvaro Mazarrasa explicaba a elEconomista que hay varias cuestiones fundamentales a tener en cuenta. "Lo primero es que se tiene que definir la nueva Libia. Porque hay carencia de instituciones, dado que el de Gadafi era un régimen unipersonal. Por tanto hay que organizar el Estado partiendo de cero. Y las petroleras estarán muy vigilantes de se proceso".
Precisamente, Mazarrasa explicaba que "todas las compañías extranjeras tienen contratos con la petrolera estatal, llamados de producción compartida. Significa que una parte de su producción se la queda el país libio. Así que será lo primero que haya que contemplar, que esos contratos firmados hace ya tiempo se cumplan, tener esa seguridad jurídica".
Pasarán meses hasta que se cree una nueva infraestructura de gobierno al uso, pero nadie duda de que los nuevos responsables estarán dispuestos a garantizar la que es la primera fuente de ingresos del país. "Y una vez aclarado todo habrá que ver cómo se produce el retorno de los técnicos de campo. Y también qué ha quedado dañado, recuperar tuberías, bombas, etcétera".
"En cualquier caso, las tensiones mundiales se van a relajar, habrá más tranquilidad. Sin embargo, casarlo con el efecto macro de la economía mundial no está tan claro, porque habrá que ver cómo evolucionan los países desarrollados, y si en algunos de ellos vuelve a haber recesión", comentaba el responsable de la AOP.
El reparto del mercadoAsí que todos los grandes nombres de petroleras internacionales están velando armas y esperan que les vuelvan a dejar el paso franco para volver a sus lugares de prospección. Sobre todo en Europa la italiana Eni -con un 14 por ciento de exposición-, la austriaca OMV -un 9 por ciento-, la española Repsol -que extraía un 4 por ciento del su producción total-, la francesa Total -un 3- y la noruega Statoil -que tenía un 0,2 por ciento-. Sin olvidar a las británicas BP, Shell y ExxonMobil.
Desde Repsol confirman que están listos para volver al terreno. La española, que antes del inicio del conflicto producía en el país 360.000 barriles diarios, lo que suponía un 3,8 por ciento de su producción total, está a la espera de noticias. La situación sigue siendo muy confusa, y hasta que no se resuelva no darán el paso. La prioridad es garantizar la seguridad de los trabajadores. Y habrá que ver si los activos siguen intactos, tal y como aseguró el con- sejero delegado del grupo petrolero a finales del pasado mes de julio. En cualquier caso, Miguel Martínez adelantó que "una vez tengan el visto buenos de las autoridades pertinentes, en cuatro semanas como máximo los campos estarán produciendo de nuevo".
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