La humanidad tiene una responsabilidad con el pueblo y el gobierno libio, por encima de todas las ideologías, credos y religiones. La ética, la verdad y los principios son nuestras únicas armas...
Una vez más somos espectadores de otra “película” de guerra en vivo,en directo y a todo color. La masacre contra el pueblo y el gobierno Libio es otra puesta en escena, donde “personajes y actores”, van apareciendo en la gran pantalla, víctimas de las bombas y los misiles de la OTAN y los “rebeldes” libios con sabor a mercenarios “de última generación”.
La cifra de muertos civiles ya superan –las cifras más conservadoras-, las 3 mil personas. La comunidad internacional no es la suma de políticos que se reúnen en foros, cumbres y convenciones, para “decidir” sobre el futuro de la humanidad, son los pueblos del mundo que tienen la responsabilidad moral de exigirles a sus gobernantes una posición consecuente con la paz, el diálogo y el respeto a la soberanía de los pueblos.
No podemos olvidar los hechos de la historia que corresponden a la memoria pasada, (dos bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, una guerra indiscriminada en Vietnam, ocupación militar en Panamá y Granada, ilegal ocupación de las tropas inglesas en las Islas Malvinas). ¿De qué nos ha servido la memoria presente? La ocupación en Irak y Afganistán por tropas de la OTAN y el genocidio del ejercito Israelí en territorio palestino son hechos y no palabras huecas. ¿Qué sentido tiene fomentar la memoria histórica en torno a la Guerra Civil Española, en la que murieron cientos de miles de hombres y mujeres de este gran pueblo si el presente nos desborda? Como dijera el cubano de todos los tiempos, José Martí: “Patria es humanidad”.
Vivimos inmersos en “nuestro” mundo de nihilismo, de inercia degenerativa, de asumir una actitud pasiva y servil ante lo evidente: la guerra no es la solución a ninguno de los problemas del mundo. El diálogo sin condiciones, la solidaridad y el respeto por “el diferente”, han de ser las pautas por las que ha de transitar el mundo.
No es tiempo de metalenguajes y teorías rebuscadas en torno a temas que son terrenales y concretos. La humanidad está inmersa en una crisis, una crisis de valores, una crisis económica, una crisis de liderazgos y credibilidad donde los políticos ocupan el primer lugar, “en las listas de éxito”.
La humanidad tiene una responsabilidad con el pueblo y el gobierno libio, por encima de todas las ideologías, credos y religiones. La ética, la verdad y los principios son nuestras únicas armas. Nuevas guerras y conflictos bélicos se avizoran en el “escenario internacional”, que exigirá de nuestra voluntad por detenerlas. La paz ha de ser la palabra de orden.
Les dejo con un tema que pertenece a la banda sonora del filme documental, Bagdad Rap (2005) realizado por el cineasta español Arturo Cisneros, interpretado por el rapero Zenit y que forma parte de la memoria presente.
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