El ministro de Interior italiano, Roberto Maroni, ha asegurado que antes de final de año serán expulsados y repatriados a su país de origen "unos 30.000 inmigrantes".
Soraya Melguizo | Milán
El ministro de Interior italiano, Roberto Maroni, ha asegurado que antes de final de año serán expulsados y repatriados a su país de origen "unos 30.000 inmigrantes". En el marco del encuentro anual organizado por Comunión y Libertad, Maroni ha explicado que la situación en los últimos meses se ha desbordado debido a las revueltas en el mundo árabe pero que Italia ha sabido reaccionar gracias a una política de acogida que "es un modelo en Europa y de la que tenemos que estar orgullosos".
Maroni, que milita en el separatista partido la Liga Norte que gobierna en coalición con el Pueblo de la Libertad de Berlusconi, ha insistido en la necesidad de distinguir entre quienes llegan al país en condición de refugiados "y a los que hay que garantizar una acogida" y quienes no. A estos últimos hay que aplicar el máximo rigor "que significa devolverlos a su país". Según el ministro, muchos de los inmigrantes que llegan en precarias embarcaciones a las costas italianas procedentes del norte de África vienen con la información de que nada más llegar a Italia "tiene que presentar una demanda de asilo para bloquear la repatriación".
Según el titular de Interior, Italia continuará respetando los acuerdos referentes a la inmigración firmados con países como Túnez y Libia. Sobre este último, Maroni ha explicado que su ministerio espera poder seguir poniendo en práctica con el nuevo Gobierno libio el tratado firmado con el régimen precedente, así como el firmado con Túnez, Egipto y numerosos países del África subsahariana.
"El mundo ha cambiado en menos de un año. Han saltado dictaduras y no sabemos que pasará en los próximos meses pero estamos preparados para llevar a cabo nuestras propuestas y actuar para conseguir por fin que el Mediterráneo sea un área de libre comercio, intercambio cultural ycontrol de la criminalidad", ha asegurado el ministro italiano. Para conseguir todo esto, advierte, es necesario una "iniciativa europea porque hasta ahora la Unión Europea ha demostrado un defecto de análisis y de acción".
Por su parte el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, que el pasado mes de junio firmó un acuerdo con el primer ministro del Consejo Nacional de Transición de Libia (CNT), Mahmoud Yibril, para colaborar en la lucha contra la inmigración clandestina, ha asegurado hoy en una entrevista publicada por el periódico 'Avvenire' que el Gobierno italiano tiene "pruebas" de que Muamar Gadafi intentó "transformar Lampedusa en un infierno" promoviendo la salida del país de "miles de desesperados en embarcaciones para sembrar el caos en la isla".
Desde el inicio del conflicto en Libia y otros países árabes han llegado a las costas italianas cerca de 57.000 inmigrantes de los que hasta el momento han sido repatriados unos 13.000. El resto permanecenencerrados en los centros de internamiento para inmigrantes a la espera de que se decida su futuro. Recientemente el Gobierno italiano aprobó un decreto ley que permitirá retener en estos centros a los ciudadanos extranjeros hasta 18 meses frente a los seis que marcaba la ley.
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