The Guardian, New York Times, El País y Der Spiegel han lamentado la actuación de la organización en un comunicado conjunto donde advierten que "podría poner en peligro a las fuentes".
Wikileaks | Agencias
'The Guardian', 'New York Times', 'El País' y 'Der Spiegel' ha condenado la decisión del portal Wikileaks de publicar sin editar su archivo de 250.000 cables diplomáticos de EEUU, dejando al descubierto los nombres de miles de informantes. En un comunicado conjunto, los rotativos, que han publicado en el pasado detalles de algunos de estos cables diplomáticos, señalan que este paso del portal creado por el australiano Julian Assange puede poner en peligro la vida de muchas personas.
"Lamentamos la decisión tomada por Wikileaks de publicar los cables sin editar del Departamento de Estado de Estados Unidos, que podrían poner en peligro a las fuentes", subraya la nota de los cuatro diarios. "Nuestras relaciones previas con Wikileaks se desarrollaron bajo la premisa de que sólo publicaríamos cables sujetos a una edición conjunta e integral", afirma el comunicado.
"Continuaremos defendiendo nuestros proyectos de colaboración anteriores. No podemos sin embargo defender la publicación innecesaria de la base de datos al completos. Es más, la condenamos conjuntamente", agregan los cuatro periódicos. "La decisión de publicarlos le corresponde única y exclusivamente a Julian Assange. El debe responsabilizarse de esa decisión", puntualizan.
Varias organizaciones humanitarias, diplomáticos y medios de comunicación han pedido a Assange que no publique el archivo completo sin antes contar con la protección de las fuentes. El archivo contiene miles de cables en los que se identifica a numerosas fuentes, inclusive catalogadas como "estrictamente protegidos", un término utilizado por Estados Unidos para marcar los documentos cuya publicación podría poner en peligro a las personas que en ellos aparecen. Además, en los cables aparecen también activistas y personas perseguidas por sus gobiernos y se mencionan instalaciones gubernamentales muy sensibles.
Wikileaks empezó a divulgar los cables en diciembre de 2010 por un acuerdo con varios medios de comunicación. Estos medios seleccionaron cuidadosamente los cables y antes de publicarlos retiraron cualquier información sensible que pudiera poner en peligro las fuentes. WikiLeaksha justificado la publicación de los documentos al afirmar que su trabajo se ha visto comprometido por la "imprudencia" de The Guardian, que en un libro sobre el portal reveló las claves para acceder a información sensible de su página web.
The Guardian, por su parte, calificó de "sinsentido" la acusación y explicó que, aunque el libro citaba la clave para acceder a información confidencial de las embajadas de EEUU, se suponía que ésta "caducaba y sería borrada en unas horas". No se daba información sobre la localización de los documentos confidenciales, por lo que la clave no tenía ninguna utilidad para nadie, comentó un portavoz de The Guardian.
"Si alguien hubiera considerado que el libro comprometía la publicación de algunos documentos, Wikileaks tuvo siete meses para borrarlos", dijo el portavoz. El libro Wikileaks, que desveló detalles de la personalidad de Assange, fue escrito por el jefe de investigación del periódico, David Leigh, y uno de sus corresponsales, Luke Harding. Assange, detenido en Londres en diciembre pasado, está actualmente bajo arresto domiciliario en Inglaterra a raíz de una orden de extradición cursada por Suecia, país que le reclama en relación con supuestos delitos de agresión sexual contra dos mujeres suecas.
"Lamentamos la decisión tomada por Wikileaks de publicar los cables sin editar del Departamento de Estado de Estados Unidos, que podrían poner en peligro a las fuentes", subraya la nota de los cuatro diarios. "Nuestras relaciones previas con Wikileaks se desarrollaron bajo la premisa de que sólo publicaríamos cables sujetos a una edición conjunta e integral", afirma el comunicado.
"Continuaremos defendiendo nuestros proyectos de colaboración anteriores. No podemos sin embargo defender la publicación innecesaria de la base de datos al completos. Es más, la condenamos conjuntamente", agregan los cuatro periódicos. "La decisión de publicarlos le corresponde única y exclusivamente a Julian Assange. El debe responsabilizarse de esa decisión", puntualizan.
Varias organizaciones humanitarias, diplomáticos y medios de comunicación han pedido a Assange que no publique el archivo completo sin antes contar con la protección de las fuentes. El archivo contiene miles de cables en los que se identifica a numerosas fuentes, inclusive catalogadas como "estrictamente protegidos", un término utilizado por Estados Unidos para marcar los documentos cuya publicación podría poner en peligro a las personas que en ellos aparecen. Además, en los cables aparecen también activistas y personas perseguidas por sus gobiernos y se mencionan instalaciones gubernamentales muy sensibles.
Wikileaks empezó a divulgar los cables en diciembre de 2010 por un acuerdo con varios medios de comunicación. Estos medios seleccionaron cuidadosamente los cables y antes de publicarlos retiraron cualquier información sensible que pudiera poner en peligro las fuentes. WikiLeaksha justificado la publicación de los documentos al afirmar que su trabajo se ha visto comprometido por la "imprudencia" de The Guardian, que en un libro sobre el portal reveló las claves para acceder a información sensible de su página web.
The Guardian, por su parte, calificó de "sinsentido" la acusación y explicó que, aunque el libro citaba la clave para acceder a información confidencial de las embajadas de EEUU, se suponía que ésta "caducaba y sería borrada en unas horas". No se daba información sobre la localización de los documentos confidenciales, por lo que la clave no tenía ninguna utilidad para nadie, comentó un portavoz de The Guardian.
"Si alguien hubiera considerado que el libro comprometía la publicación de algunos documentos, Wikileaks tuvo siete meses para borrarlos", dijo el portavoz. El libro Wikileaks, que desveló detalles de la personalidad de Assange, fue escrito por el jefe de investigación del periódico, David Leigh, y uno de sus corresponsales, Luke Harding. Assange, detenido en Londres en diciembre pasado, está actualmente bajo arresto domiciliario en Inglaterra a raíz de una orden de extradición cursada por Suecia, país que le reclama en relación con supuestos delitos de agresión sexual contra dos mujeres suecas.
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