x James Petras - La Haine Van a montar colaboradores locales, traidores, oportunistas, como los llamados "rebeldes" en Libia; cualquier persona que se preste a las políticas de EEUU
Comentarios para CX36 Radio Centenario del sociólogo norteamericano, Prof. James Petras desde Nueva York, Estados Unidos. Lunes 31 de octubre de 2011. www.radio36.com.uy
Chury: ¿Cómo estás Petras?
Petras: Bien, escapamos a una nevada que tocó otras regiones aquí cerca con más de 20 centímetros de nieve. Una cosa rara en esta época, pero escapamos y estamos contentos. Mientras tanto quiero discutir hoy una visión más estratégica de lo que está pasando frente a los conflictos en el Medio Oriente y más allá.
Chury: Muy bien Petras, si quieres comenzamos con ello.
Petras: Ahora algunos comentaristas están anunciando lo que llaman “la nueva doctrina Obama”. Quieren diferenciar entre el primer período de Obama donde seguía los proyectos coloniales del ex presidente Bush con un gran ejército en unas guerras territoriales tanto en Afganistán e Irak, con múltiples compromisos económicos-militares. Esta política de los primeros dos años de Obama, profundizó varias cosas. Primero, la crisis interna, el problema del déficit financiero. Segundo, aumentó la oposición dentro de los Estados Unidos. Y tercera, no pudieron consolidar su poder. La presencia norteamericana era un punto de grandes conflictos y fricciones.
Frente a esta situación, tras dos años y medios de fracasos hemos visto últimamente varias medidas incluyendo primero, la idea de retirar las tropas de Irak. En pocos meses las tropas norteamericanas van a salir de Irak porque ya hace 8 años que están, no han conseguido el apoyo popular y han provocado enormes pérdidas económicas norteamericanas. Segundo está el problema de que no pueden avanzar en Afganistán. Otro problema donde están forzados a retirar las tropas en el año 2014. Tercero, EE.UU. ha perdido enorme influencia en otras regiones como en Asia, en América Latina y otros lugares.
Por todas esas razones ahora están anunciando una nueva política. Primero van a tratar de reagrupar fuerzas militares en los países del Golfo, como Qatar, Kuwait, Arabia Saudita, etc. Es decir, van a utilizar a estas pequeñas ciudades e islas como trampolín donde van a alojar a unos veinte mil o más soldados, pero no en combates activos sino simplemente como respaldo a los gobiernos colaboradores en la región. Ya aprendieron que la época de grandes conquistas territoriales con grandes ejércitos no funciona. Esa es la conclusión que están sacando de su política en Irak y con Afganistán.
Segundo, van a practicar más las guerras marítimas y particularmente aéreas utilizando los aviones sin pilotos. La ventaja aquí es que no requiere ejércitos terrestres, ni requiere enormes gastos ni va a resultar en gran número de muertos. Van a depender más de la guerra de mísiles aéreos para debilitar cualquier posición.
Y tercero, van a buscar montar colaboradores locales, traidores, oportunistas y más que nada toda la canalla del mundo, ya sea traficantes de drogas, como en Afganistán; fundamentalistas como en Libia; matones, asesinos y cualquier tipo de persona que se preste a las políticas norteamericanas. Como podemos ver en Libia el saqueo y el terror que está pasando el país, que refleja que las únicas fuerzas con las que EE.UU. pueden contar son lo que podríamos decir la basura de la sociedad, los lúmpenes matones que se prestan para el pillaje del país.
Hoy en día anunciaron en el Museo del Banco Central que tiene una colección de antigüedades de Grecia, monedas de la época romana, griega, que lo robaron durante la presencia de los colaboradores de los EE.UU. en Bengasi. Bengasi era el epicentro de la contra revolución contra Gaddafi y allá por mayo simplemente tomaron control del Banco y robaron todas las monedas y antigüedades y las vendieron en Egipto. Ese es el tipo de gente. Ahora en Misrata están matando a cualquier persona asociada con el Gobierno de Gaddafi. Y puede ser cualquier ciudadano que simplemente no participó con los matones contra Gaddafi. Están en un régimen de terror.
Pero quiero ilustrar eso para mostrar que los colaboradores, que son un eje central de la nueva política norteamericana, junto con los monarcas más despóticos del Golfo, forman el tipo de gente que los EE.UU. busca para fortalecer su presencia desde la periferia. Porque ya perdió la influencia directa que tenían en Irak. No puede destruir o atacar Irán. Y ahora en Siria han montado una oposición con la colaboración de muchos fundamentalistas y el apoyo a partir de grupos regionalistas contra Siria. Esta política de fomentar rebeliones con una mezcla de fuerzas retrógradas, es el otro eje de esta política.
Y el punto cuarto es el uso de más fuerzas especiales, que son un tipo de escuadrones de la muerte que mandan para matar líderes de cualquier movimiento que se oponga a regímenes pro norteamericanos, como tienen ahora una brigada de 500 soldados norteamericanos en Uganda.
Ahora ¿qué significa todo eso en el gran cuadro? Significa, primero, que Obama analiza que no tiene ninguna posibilidad de continuar las grandes guerras de la época de Bush. La economía no puede sostenerlo, el público no está dispuesto a sufrir guerras prolongadas y las fuerzas que apoyan a los Estados Unidos no pueden consolidar a un imperio, sólo pueden destruir un gobierno existente como pudimos ver en Libia y lo que se está tratando de hacer en Siria y lo que están haciendo en Somalía, etc. Los EE.UU. se define ahora a partir de sus alianzas con las fuerzas más reaccionarias de todo el mundo. Digo eso en relación con lo que se decía hace 20 años, donde tenían algún monarca constitucional, a algún dictador más o menos potable.
Ahora están funcionando con lo peor de lo peor y buscan a partir de eso por lo menos mantener una presencia. Una presencia temporal, coyuntural, porque uno sabe que en Libia esta mezcla de fuerzas fundamentalistas, matones, gángsters, no tiene ninguna posibilidad más allá del saqueo de los recursos naturales, el petróleo y eso está en proceso hace ya dos meses cuando firmaron contratos de explotación. En todo caso el panorama norteamericano de tratar de definir una presencia representa un retiro de los planes de los años 90 cuando cayó la Unión Soviética. La idea de que EE.UU. podría dominar las principales fuentes de riqueza, dominar el Medio Oriente, dominar Asia. Todo eso ahora ha sido reducido a simplemente mantener bases militares cerca de los lugares donde fracasaron. Fracasaron en Irak, ahora se queda con los pequeños países absolutistas en el Golfo. Fracasaron en Afganistán y buscan alguna forma de mantener una presencia con la fuerza marítima fuera de las costas de Asia. Fracasaron en África del norte porque tumbaron un gobierno estable de Gaddafi e imponen un régimen que no tiene ningún futuro.Y ahora están buscando fortalecer un recambio como la junta militar en Egipto y un gobierno de cambio en Túnez.
Ese es el panorama entonces de la doctrina de Obama, que es una adaptación de las debilidades que tiene. Decir que es una doctrina no es correcto. Realmente es una improvisación frente a la incapacidad doméstica de sostener estas guerras externas. Estos son algunos comentarios sobre el panorama estratégico de Estados Unidos.
El segundo punto que quiero discutir brevemente, porque es un gran tema, es el nuevo autoritarismo en el mundo. Quiero recordar que en el pasado cuando los movimientos populares se sentían explotados, excluidos, montaban marchas, en algunos casos huelgas generales, forzando a los gobernantes a ir a la mesa de negociación donde los gobernantes de una forma u otra, sin retirar los grandes proyectos reaccionarios, decidían que debían modificarlos, hacer algunas concesiones. En vez de congelar los salarios, aumentos menores que la tasa de inflación; en vez de despedir a cinco mil funcionarios, reducen la cifra a dos mil con jubilaciones anticipadas. Era un tira y afloja entre los movimientos populares y los gobiernos reaccionarios, conservadores o lo que fuera.
Ahora vemos una cosa muy diferente porque los movimientos populares siguen con su forma de lucha: marchas, huelgas generales, movilizaciones extendidas y repetidas, pero en contrapartida los gobernantes no ven necesario sentarse a regatear o negociar, ni quieren escuchar nada. Simplemente duplican el número de policías, utilizan más bombas lacrimógenas y presionan para que se sometan o vayan a la cárcel. Este cambio, que lo podemos ver en todas partes del mundo, forma parte de lo que yo llamo el nuevo autoritarismo. Y no estamos hablando de regímenes dictatoriales porque los regímenes dictatoriales no negociaban, simplemente reprimían y forzaban a la clandestinidad a los sindicatos e imponían por la fuerza su política. Con el paso a los regímenes electorales vimos un cambio en ese sentido. No un gran cambio en la política económica pero sí una disposición a negociar y ver en qué grado pueden llegar a un acuerdo.
Ahora los gobernantes electorales, ya sea socialdemócratas, liberales, conservadores, laboristas, lo que sea, no quieren negociar nada, no aceptan ninguna modificación, no bajan las exigencias de sacrificios. Y me parece que frente a este cambio, al nuevo autoritarismo, los movimientos populares deben reflexionar y pensar cómo tratamos esta vuelta a la política de las dictaduras bajo una fachada de sistema democrático electoral. Es decir, los regímenes actuales elegidos en elecciones, actúan como las dictaduras del pasado en relación con las exigencias de reivindicaciones populares.
¿Cómo explicamos esto? Yo creo que la crisis económica es tan profunda que el margen de negociación que existía en el pasado ya no tiene el mismo marco de política. La crisis es tan grande ahora, que no hay forma de negociar concesiones. Y segundo, hay una actitud más beligerante entre la clase dominante. No quieren sacrificar ganancias para llegar a acuerdos. Entonces no es simplemente el problema político sino que las clases dominantes ahora realmente no están dispuestas a hacer concesiones. Tercero, hay un debilitamiento en el liderazgo sindical y los representantes populares que no están dispuestos a ir cada vez más lejos de la política de resistencia del pasado. Frente a este panorama tenemos que pensar qué existe como alternativa.
Este fin de semana fuimos a Nueva York a Ocupar Wall Street. Realmente está muy exagerada la fuerza y lo que representa. Todos los académicos/comentaristas pasan por allí por las carpas, va gente a ocupar la plaza, dan discursos, comentarios, pero después se vuelven a casa. Hay que descontar a todos los intelectuales, comentaristas, académicos, que están exagerando lo que es un movimiento muy modesto, con pocas perspectivas políticas. Y las grandes debilidades las convierten en virtudes. Como no tienen perspectivas dicen que es muy plural. Como no tienen un liderazgo político efectivo, dicen que es una nueva forma de hacer política.
Debemos poner en perspectiva lo que existe ahora. En algún sentido representa un paso positivo porque en un desierto como tenemos aquí en EE.UU. cualquier expresión de rechazo al capitalismo es muy positiva. Pero en este momento, después de un mes, está estancado. No está creciendo y simplemente están sufriendo el frío, la nieve de ayer con algún coraje importante pero no tiene ninguna fuerza social más allá de los que están acampados. Ningún bancario va a hacer una huelga de solidaridad y paralizar Wall Street.
No es como los piqueteros en Argentina que paralizaron al transporte para forzar al gobierno a ajustar la política. Es poco si comparamos lo que está pasando con los sindicatos y ocupar Wall Street en relación con los movimientos contra el ajuste en Argentina en el 2001-2003. No tienen fuerza para paralizar las actividades económicas, mucho menos tumbar gobiernos. Poniéndolo en esta perspectiva no debemos ser demasiado triunfalistas con lo que está pasando.
Chury: Mirá Petras, tengo una información que recibo en este momento para que valores la importancia que puede tener. La organización de la Unesco admitió hoy a Palestina como miembro de pleno derecho al término de una votación. Naturalmente que con los votos en contra de EE.UU. e Israel, pero curiosamente con 52 abstenciones entre las que se encuentra inclusive el propio México. ¿Tiene mucha relevancia esto en la aspiración en Naciones Unidas de Palestina?
Petras: Lo que EE.UU. trata es utilizar su amenaza de recortar los fondos, su porción de financiamiento. Israel es un estado racista que simplemente tiene su fuerza a partir del movimiento mundial sionista con todos sus multimillonarios que apoyándolo, influencian en el Congreso norteamericano. Pero es otra expresión del declive de EE.UU. que tiene que utilizar el veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, amenazar y presionar a los otros países que por lo menos rechazan las agresiones norteamericanas. La ONU sigue siendo una institución muy corrompida con el coreano que manda ahora, que es un tipo criado bajo la ocupación norteamericana.
No hay que pensar demasiadas cosas positivas en relación a Naciones Unidas. Naciones Unidas no refleja la correlación de fuerzas reales en el mundo. Por ejemplo China es minoría pero es la segunda economía más importante en el mundo. Hay muchos países, como en América Latina, que no tienen su reflejo en Naciones Unidas. Anteayer Correa, el presidente de Ecuador, hizo una protesta contra un discurso de una representante del Banco Mundial acusándola de institución de chantaje. Las instituciones internacionales reflejan más el poder de los Estados Unidos en el pasado y no están ajustadas a las nuevas realidades, la nueva correlación de fuerzas emergentes en el mundo.
Extractado por La Haine
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