"El que no salta es un inglés, el que no salta es un inglés." La bandera británica se prendió fuego de forma instantánea y la agrupación Juventud Peronista Descamisados intentó flamearla, pero las llamas la habían consumido por completo.
El fuerte operativo de seguridad frente a la embajada de Gran Bretaña, sobre la calle Agote a 2300, no impidió la movilización de organizaciones kirchneristas, que condenaron el arribo del príncipe Guillermo , quien llegó ayer a las Malvinas.
En medio del recrudecimiento de las tensiones entre la Argentina y Gran Bretaña, a 30 años de la Guerra de Malvinas, el duque de Cambridge viajó a las islas para participar de un entrenamiento militar como piloto de búsqueda y rescate. Su llegada coincidió con el envío del destructor HMS Dauntless , el buque de guerra más avanzado de la Marina británica, lo que fue considerado "una provocación" por la Juventud Peronista, Quebracho y las Madres de Plaza de Mayo, en distintas movilizaciones.
Dick Sawle, miembro de la Asamblea Legislativa de las islas, minimizó la llegada del destructor y dijo: "No lo veo como algo para escalar la actividad entre los dos países".
En tanto, en esta capital, la Corriente Peronista Nacional se concentró cerca de las 18 en Las Heras y Pueyrredón, y se dirigió a la embajada inglesa, en el barrio conocido como La Isla. "Fuera ingleses de Malvinas, fueras yankis de América latina", cantaban, alrededor de cien manifestantes mientras cortaban Pueyrredón, a metros de Guido. Entonaron el himno nacional y prendieron fuego la bandera británica frente a las dependencias inglesas.
"Esta manifestación, tipo escrache, es una actividad simbólica de repudio", dijo la representante de la Corriente Peronista Nacional, Lorena Pokoik. "Es una actitud de provocación aumentar las fuerzas de guerra [por el buque de la Royal Navy] y la llegada del príncipe Guillermo a las islas; rompen así con todo diálogo y nosotros demostramos que la Argentina es un pueblo pacífico", agregó Pokoik.
Julia Diz, integrante del movimiento JP Descamisados, comentó: "Lo que planteamos es el reclamo legítimo de las islas y el repudio de la llegada del príncipe".
QUEBRACHO Y MADRES
Mas temprano, en el barrio de Retiro, unos 50 piqueteros de la agrupación Quebracho se concentraron en el monumento a los Caídos en Malvinas, en la plaza San Martín, y se trasladaron a la sede del banco HSBC, de capitales ingleses, en Florida al 200.
Tarros de pintura verde y roja fueron arrojados hacia la puerta principal de la entidad financiera, como parte de la protesta que comenzó ayer y que, según advirtió el dirigente de Quebracho, Fernando Esteche, se repetirá cada semana ante diferentes empresas británicas. "Llamamos a boicotear todas las firmas inglesas y los productos que se venden en nuestro país contra la presencia del príncipe pirata", expresó.
Las Madres de Plaza de Mayo realizaron ayer la habitual ronda de los jueves con la consigna "las Malvinas son argentinas. Los desaparecidos también". Durante la marcha se desplegó una bandera azul con esa insignia en letras blancas, y fue sostenida por las Madres, encabezadas por Hebe de Bonafini.
"Las Madres repudiamos siempre la prepotencia de los ingleses y su forma colonialista de invadir países; llevárselos por delante usurpando sus derechos y robando sus riquezas", afirmó Bonafini.
Recordó también que, en 1982, en pleno conflicto con Gran Bretaña, las Madres publicaron una solicitada en el diario Clarín, en la que exhortaron a los gobiernos responsables para que buscaran de inmediato una solución pacífica que "evitara nuevos derramamientos de sangre"
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