martes, 27 de marzo de 2012

¿De qué libertad Religiosa habla el Papa?


por Malandro
Si hay una institución que conoce la historia es la iglesia, si hay una institución que no olvida es ella, para la cual dos siglos, en los miles que tiene no representa sino un suspiro, de ahí que la trascendencia del reclamo de Benedicto en México para la libertad religiosa...
Si hay una institución que conoce la historia es la iglesia, si hay una institución que no olvida es ella, para la cual dos siglos, en los miles que tiene no representa sino un suspiro, de ahí que la trascendencia del reclamo de Benedicto en México para la libertad religiosa debe entenderse en ese contexto.
La rebelión de los rifles liberales que nos dieron origen se han acallado, la rebeldía que puso en su lugar los apetitos imperiales de la iglesia en México a lo largo del siglo XIX han sido cercenados por el más vulgar de entreguismo a los imperios Cristiano-Sajon (Americano-Inglés) en los últimos veinte años.
La República Mexicana, su historia espiritual, está en riesgo, no como un grito de espanto, sino de zozobra. El nacionalismo mexicano, construido de la resistencia liberal, se busca minar a través de rituales eucarísticos, propios de una teología arcaica, que ve en las fuerzas celestiales su salvación, cuando ha sido la entrepierna y los enjuagues mundanos los que le han dado consistencia a las iglesias y los ritos podridos que constituyen al cristianismo en nuestro país.
Luchar por el Laicismo y el ateísmo liberal, es estar de lado de la ciencia y de la humanidad, a favor de sus creencias, pero no de sus mitos medievales, propios de un pasado arcaico que ve en la ideología de la negacion del otro, la razón de su trascendencia.
“Tanto la Iglesia como el Estado tienen la común tarea, cada uno desde su misión específica, de salvaguardar y tutelar los derechos fundamentales de las personas. Entre ellos, destaca la libertad del hombre para buscar la verdad y profesar las propias convicciones religiosas, tanto en privado como en público, lo cual ha de ser reconocido y garantizado por el ordenamiento jurídico” Tarcisio Bertone ¡Claro!, Pero en el siglo XVI quedo demostrado que la verdad no es Dios, y que el ser humano tiene derecho a vivir libre en su conciencia, en su alma y en su espíritu, sin el control de una institución putrefacta como la iglesia, ni ninguna religión.
Y si las creencias de la persona es parte de su libertad, el compromiso moral y ético con su pueblo son el límite; límite que le otorgan las leyes de los hombres y no del espíritu, de ahí que los estados laicos y social liberales, son la garantía de la libertad del hombre.
¿De qué libertad religiosa habla el Papa? ¿Del cobro del diezmo a las instituciones públicas, de asegurar ingresos para sus curas-políticos, de tener control sobre la educación? Entonces habla del poder de los hombres y no de Dios y ahí, en el poder de los hombres, su modelo de organización, la iglesia, es un fiasco: corrompida moral y éticamente. Basada en un mito, que tiene por fuerza un valor que es humano: El Amor, y que todos, incluida la iglesia corrupta mexicana, bebemos atrevernos a dar, sin esperar recompeza.
Referencias

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