Por Ana Kerman
Anonymous arremete contra el portal del gobierno del Reino Unido y en su breve trayectoria logró piratear la web de la CIA, amenazar con un ciberataque a las web chinas, atacar a los carabineros chilenos y acceder a casi 3 mil mails del premier de Túnez. Ahora, va por más.
El grupo de hackers parece estar emparentado con aquel WikiLeaks dirigido por Julian Assange, quien de la noche a la mañana fue dado de baja.
La policía de Alabama, los funcionarios de Estados Unidos que gustan de la pornografía, los documentos confidenciales del gobierno peruano, el Ministerio de Justicia de Grecia, el site de una fábrica de gases lacrimógenos, las llamadas del FBI y Scotland Yard; nadie está exento, ni siquiera la cienciología.
Algunos ya hablan de un movimiento terrorista, pero los muchachos que operan desde el anonimato podrían estar más fraccionados de lo que parece.
Anonymous había dado aviso de su accionar en su cuenta oficial de Twitter.
Claramente, buscan negociar, presionar y meter miedo. Saben hacerlo y son expertos en programación, pero todo indica que podrían perder la contienda o tal vez alzar la esperanza de los oprimidos.
Claramente, buscan negociar, presionar y meter miedo. Saben hacerlo y son expertos en programación, pero todo indica que podrían perder la contienda o tal vez alzar la esperanza de los oprimidos.
La arremetida contra el Reino Unido se interpreta como una reacción a los propósitos de extradición de Gary McKinnon y Richard O'Dwyer a los Estados Unidos.
McKinnon, conocido como Solo, es un hacker británico acusado por Norteamérica de haber consumado el mayor asalto informático a un sistema militar. Detenido hace una década, confesó haber intervenido en 1997 los sistemas de las fuerzas armadas estadounidenses y de la NASA en un intento por recabar información sobre proyectos militares secretos y OVNIS.
O'Dwyer, también británico, era el dueño de un sitio web que enlazaba contenido con copyright y ganaba buenas sumas con sponsors publicitarios.
El panorama no hace más que ocasionar la revancha por parte de las autoridades gubernamentales, resueltas a imponer legislaciones restrictivas destinadas a limitar la libertad en internet y poner el ojo en las redes sociales y los correos electrónicos privados.
En su lucha contra la represión, Anonymous denuncia actos represivos perpetrados por el Gobierno de Chile en los últimos meses. El alcance del repudio es más que interesante.
Plantados con firmeza rechazan los atentados que ponen en riesgo los recursos naturales, la dignidad de los pueblos originarios y la educación gratuita.
Causas justas que levantan bandera contra los abusos y la violencia policial.
Del mismo modo, se han pronunciado contra sitios web del gobierno chino proclamando la libertad de expresión de los internautas.
Sin armas de fuego dicen "no" al terrorismo de Estado y, entre otras cosas, parece que su popularidad va en aumento.
Foto: Wikipedia
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