El Comité Internacional de la Cruz Roja, dijo esta semana que los seis reclusos que se han negado el sustento por más tiempo están en riesgo inminente de morir."Si alguien muere, habrá una tercera intifada, que Incluirá tanto la violencia como la no violencia", dijo Ahmad Zidan.
Grupos militantes palestinos y políticos moderados por igual han predicho que los años de relativa tranquilidad podrían llegar a un final abrupto y violento si alguno de los 1.600 presos que actualmente se niegan a comer, muere de hambre.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, dijo esta semana que los seis reclusos que se han negado el sustento por más tiempo están en riesgo inminente de morir.
Ninguno de los seis, que han sido ingresados en hospitales de las cárceles, ha comido durante los últimos 50 días. Pero la mayor preocupación se dirige a dos hombres, Thaer Halahleh y Bilal Diab.
Para este jueves, ambos hombres se habían negado a comer durante 74 días, uno más que el logrado por Kieran Doherty, el el que mas tiempo sobrevivió de los 10 militantes irlandeses que murieron durante la huelga de hambre en la prisión de Maze en 1981. Bobby Sands, el más conocido de los prisioneros y el primero en morir, sucumbió después de 66 días.
El acto de desafío de los dos hombres, en un principio un solitario llamado para protestar por su encarcelamiento sin juicio, se ha convertido en una grave crisis para Israel. La gran mayoría de los 1.600 reclusos que exigían mejores condiciones en las cárceles y que se acabe con la práctica de la detención sin juicio, han estado en huelga de hambre durante 24 días y un número cada vez mayor han tenido que recibir atención médica.
Sin embargo, es la posibilidad de que la crisis se propague más allá de los muros con alambre cortante de sus prisiones, lo que realmente preocupa a Israel. Los derechos de los presos han sido siempre un tema muy emotivo para los palestinos, una quinta parte de los cuales -unas 700.000 personas- han cumplido condenas en cárceles israelíes, según grupos de activistas.
Ya ha habido enfrentamientos violentos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad israelíes en las afueras de las cárceles, donde los presos en huelga de hambre se encuentran detenidos. Más manifestaciones están previstas para el viernes.
A pesar de que las protestas han sido pequeñas hasta ahora, cualquier muerte podría causar tal indignación que fácilmente podría revivir los resentimientos que desencadenaron la segunda Intifada, o levantamiento palestino en el año 2000, de acuerdo a los familiares de algunos de los presos.
"Si alguien muere, habrá una tercera intifada, que Incluirá tanto la violencia como la no violencia", dijo Ahmad Zidan, cuyo hermano Rami es uno de los huelguistas de hambre.
Yihad Islámica Palestina, un grupo militante con sede en Gaza, ya ha declarado que pondrá fin a su alto el fuego cuando un recluso muera, mientras tanto esta semana, Mahmud Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina, hizo sonar su propia ominosa advertencia.
"Es muy peligroso", dijo Mahmoud Abbas, a Reuters. "Si alguien muere hoy o mañana o después de una semana, sería un desastre y nadie podría controlar la situación."
Por el momento, sin embargo, los palestinos están desafiando a Israel a través de medios no violentos.
En Kharas, el pueblo cerca a la ciudad de Hebrón, donde él nació, Thaer Halahleh se ha convertido en un héroe, una reputación que se ha extendido a través de la Ribera Occidental debido a la percepción de la dignidad de su acto de protesta.
En su casa el jueves a su madre Fátima esperaba ansiosamente noticias de su hijo, consciente de que su vida pendía de un hilo, con mayor razón después de que la Corte Suprema de Israel rechazó esta semana las demandas de Halahleh y Diab de ser imputados o liberados.
Sus esperanzas aumentaron por la llegada de una carta muy personal, escrita dos días antes y que dirigió a su familia.
A sus padres, él les escribió: "Yo los saludo desde el medio de la batalla y desde el fondo de mi sufrimiento. Mi moral es muy alta y mi voluntad muy fuerte, no se preocupen por mí..."
En cuanto a su esposa Shireen y su hija Namer, que nació dos semanas después de su arresto hace dos años, agregó: "No puedo explicar con palabras mi amor por ti lo hago por el bien de Dios y mi patria, mi esposa y mi hija. Cuida de ella y cuida de su salud y que me perdone porque que yo no puedo estar ahí para abrazarla".
Pero en una carta a su abogado en el mismo día, la nota fue más sombría, escribió que había perdido más de 25 kilos.
"Tengo una inflamación en las manos. Viene y se va, estoy sangrando en el estómago y en mis encías, tengo úlceras en la boca y mis músculos se están reduciendo... Siento que mi cuerpo ha dejado de funcionar normalmente", escribió.
".. Mi excremento es de color negro y siento mucho frío. Los médicos me han estado insultando Uno me dijo: ' Ojala te mueras' "
Es algo muy poderoso, y su negativa a inclinarse hacia abajo es por lo qué Israel está tan asustado, según Halahleh, hermano de Maher.
"Esta es una batalla de voluntades", dijo. "Él no tiene un arma, pero tiene un arma más fuerte. Esta es una nueva arma que es más fuerte que una bomba nuclear. Israel está luchando contra personas que no tienen armas, sólo su voluntad."
Funcionarios israelíes admiten que se encuentran en un dilema. Israel ya ha alcanzado acuerdos para liberar a dos presos en huelga de hambre a principios de este año. Si hacen lo mismo con Halahleh y Diab, ambos acusados de pertenecer a la Jihand Islámica Palestina, cosa que ellos niegan, sólo alentaría a otros presos en huelga de hambre.
Tampoco está dispuesto a poner fin a la práctica de la "detención administrativa", según el cual están detenidos más de 300 palestinos, diciendo que esta práctica es esencial para proteger a los informantes en la Ribera Occidental, cuya identidad estaría expuesta en un juicio ante una corte abierta.
"Desde el punto de vista de Israel, si cada vez que alguien entra en huelga de hambre, recibe una tarjeta para salir de la cárcel, es obvio que esto no sería sostenible", dijo Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Pero también reconoció que las muertes sería peligroso para Israel y daría a algunos de los instigadores de la huelga de hambre, lo que según el, ellos han estado buscando todo este tiempo: un mártir.
"No queremos ver a alguien en custodia suicidándose", dijo. "Muchos de estos presos estuvieron implicados en delitos terribles contra la población civil. Existe la preocupación de que algunos de ellos están tratando de suicidarse con el fin de incitar a la violencia".
Traducción: Aporrea.org
El original en ingles puede verse en:
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