Fernando Domínguez Segovia destaca la acogida que esta iniciativa ha tenido en la capital zamorana y reivindica «un trabajo y un sueldo digno»
M.ª JESÚS CACHAZO No le importa que sus vecinos de Morales de Toro piensen que esta loco por hacer la «guerra» por su cuenta y en solitario. El joven Fernando Domínguez Segovia, de 25 años y encofrador en paro, ha decidido sumarse al movimiento 15-M pegando carteles en Morales de Toro, porque no quiere ser un «vago» y un «borrego» que prefiere quedarse en casa «viendo lo que le pasa a Belén Esteban», sino que quiere luchar por una «Democracia real» y por eso, se ha decidido a sumar a la protesta contra los partidos mayoritarios. En los últimos días se ha dedicado a diseñar carteles y a promocionar la acampada en la capital zamorana a través de Internet para informar a todas aquellas personas que respaldan esta movilización pero que no se han podido sumar a las que se han concentrado en la plaza de La Constitución.
Este joven tiene muy claro que el movimiento del 15-M ha surgido por la necesidad de «movilizarnos contra el orden mundial» y que, como relató «es un grupo ya no tan secreto» que no respalda ni a políticos ni a banqueros ni a empresarios propietarios de medios de comunicación. Para este joven moralino, «no es justo» que «nos bombardeen» con noticias y publicidad de los grandes partidos mayoritarios, como PP y PSOE, cuando los partidos políticos más pequeños y que «son a los que más hay que apoyar» tienen menos respaldo.
Aunque no confía en los partidos políticos se define como «activista» y forma parte de una plataforma denominada «Stop Secrets», desde la que defiende que la sociedad rechace «las falsas guerras» y sobre todo la manipulación porque quiere «un planeta con futuro». Este futuro, a su juicio, pasa porque sean respetados los derechos de los ciudadanos y «podamos vivir mejor, con un trabajo digno, un sueldo digno y menos injusticias». Para conseguirlo, Domínguez apuesta por un cambio completo del sistema y «hay que empezar por la política» y por los bancos que «nos engañan siempre» y a los que responsabilizó en parte de la actual situación de crisis mundial. El siguiente paso sería elegir a «varias personas responsables» que fueran elegidas libremente por «el pueblo» pero que no sucumbieran a la ambición y al poder.
Domínguez aseguró estar sorprendido por la gran cantidad de personas que se han sumado a este movimiento, sobre todo jóvenes, que forman parte, a su juicio de «una nueva era» y de la «R-evolución». Domínguez ha intentado convencer a más jóvenes de Morales de Toro, sobre todo a sus amigos de la «peña» para que se sumen a este movimiento y para que compartan sus teorías que, como resaltó, han empezado a ser demostradas a raíz del caso «Wikileaks».
En cuanto a la prohibición de que estas concentraciones en distintos puntos de España se mantengan hoy y mañana, medida adoptada por la Junta Electoral Central, este joven moralino aseguró que «no lo entiendo y creo que es una especie de censura». Esta noche se sumará a la concentración de la capital zamorana y tiene previsto elaborar carteles con el mensaje «No somos mercancía en manos de políticos y banqueros» y una gran pancarta para animar a todos los concentrados en la capital zamorana.
Además, se mostró sorprendido por el seguimiento que este movimiento ha tenido en la capital porque la sociedad zamorana, a su juicio, no se caracteriza, por ser demasiado reivindicativa. Este joven se mostró convencido de que este movimiento puede alcanzar una dimensión internacional ya que ha empezado a expandirse por otros países en los que sus ciudadanos también reclaman una «Democracia real».
Este joven tiene muy claro que el movimiento del 15-M ha surgido por la necesidad de «movilizarnos contra el orden mundial» y que, como relató «es un grupo ya no tan secreto» que no respalda ni a políticos ni a banqueros ni a empresarios propietarios de medios de comunicación. Para este joven moralino, «no es justo» que «nos bombardeen» con noticias y publicidad de los grandes partidos mayoritarios, como PP y PSOE, cuando los partidos políticos más pequeños y que «son a los que más hay que apoyar» tienen menos respaldo.
Aunque no confía en los partidos políticos se define como «activista» y forma parte de una plataforma denominada «Stop Secrets», desde la que defiende que la sociedad rechace «las falsas guerras» y sobre todo la manipulación porque quiere «un planeta con futuro». Este futuro, a su juicio, pasa porque sean respetados los derechos de los ciudadanos y «podamos vivir mejor, con un trabajo digno, un sueldo digno y menos injusticias». Para conseguirlo, Domínguez apuesta por un cambio completo del sistema y «hay que empezar por la política» y por los bancos que «nos engañan siempre» y a los que responsabilizó en parte de la actual situación de crisis mundial. El siguiente paso sería elegir a «varias personas responsables» que fueran elegidas libremente por «el pueblo» pero que no sucumbieran a la ambición y al poder.
Domínguez aseguró estar sorprendido por la gran cantidad de personas que se han sumado a este movimiento, sobre todo jóvenes, que forman parte, a su juicio de «una nueva era» y de la «R-evolución». Domínguez ha intentado convencer a más jóvenes de Morales de Toro, sobre todo a sus amigos de la «peña» para que se sumen a este movimiento y para que compartan sus teorías que, como resaltó, han empezado a ser demostradas a raíz del caso «Wikileaks».
En cuanto a la prohibición de que estas concentraciones en distintos puntos de España se mantengan hoy y mañana, medida adoptada por la Junta Electoral Central, este joven moralino aseguró que «no lo entiendo y creo que es una especie de censura». Esta noche se sumará a la concentración de la capital zamorana y tiene previsto elaborar carteles con el mensaje «No somos mercancía en manos de políticos y banqueros» y una gran pancarta para animar a todos los concentrados en la capital zamorana.
Además, se mostró sorprendido por el seguimiento que este movimiento ha tenido en la capital porque la sociedad zamorana, a su juicio, no se caracteriza, por ser demasiado reivindicativa. Este joven se mostró convencido de que este movimiento puede alcanzar una dimensión internacional ya que ha empezado a expandirse por otros países en los que sus ciudadanos también reclaman una «Democracia real».
Animo chaval, te aseguro que no estas solo.
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