Los que tuvieron mejor suerte consiguieron una cama de las 46.631 que hay en los refugios para vagabundos de Nueva York. Los demás trataron de salvarse lo mejor que pudieron. Una persona incluso realizó un viaje hasta el Aeropuerto Internacional Libertad de Newark, en el estado de Nueva Jersey. En declaraciones concedidas al canal New Jersey News desde la entrada de la Terminal B del aeropuerto, Dorothy Howe, de 60 años, declaró: “Este es el lugar más seguro para una persona desprotegida ahora”.
Pero la escasez de camas libres no es lo único que impide a los ‘sintecho’ de Nueva York instalarse en un refugio esperando el final de las condiciones climáticas extremas. Según un artículo publicado por la periodista independiente Julia Reinhart, el sistema de concesión de refugio a los que tienen esta necesidad se ha convertido en un laberinto de normas complicadas que no permiten obtener un sitio precisamente a la gente que más lo necesita.
James, un mendigo de 43 años de edad, le explicó a la periodista que después de estar registrado en el sistema por 18 meses, una persona pierde el derecho a una cama durante un año entero. James también hizo hincapié en que no podía ir a un refugio de emergencia ya que estos se destinan a albergar a personas que se quedan sin hogar a causa de la tormenta, no a los que carecen de él de una manera permanente. “Ellos no nos quieren allí. Estos refugios son para la buena gente, las familias evacuadas. No hay lugar allí para mí”, dijo. La supertormenta Sandy, se ha cobrado al menos 48 vidas ya, según informa AP. Unas 18 muertes del total se produjeron en la ciudad de Nueva York, según comunicó el alcalde, Michael Bloomberg.
RT
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