viernes, 4 de enero de 2013

Tragedia social infantil en el estado español en un triste día de reyes


Muchos niños y niñas del estado español se despertarán el día de reyes sin nada con que jugar, su padres amargados y sin dinero para alimentos no podrán endulzar la mágica ilusión de ese día tan especial. La estafa de crisis aumenta la miseria de todo un pueblo, mientras otro obrero se suicidaba esta misma semana en Málaga, quemándose a lo bonzo en el centro de esta ciudad andaluza. La falta de comida, la miseria, la exclusión social lo llevaron a rociarse con gasolina y alumbrar de tristeza el corazón de un país devastado, robado y saqueado por una mafia gobernante conchabada con la delincuencia financiera internacional.
 
El presidente Rajoy a través de la ínclita y detestable ex presidenta de la Comunidad de Madrid, la ultraconservadora Esperanza Aguirre, parece muy preocupado por la  exculpación del homicida Carromero. Ya le preparan el perfecto montaje judicial para dejarlo libre de la muerte de dos personas en Cuba, para que vuelva cuanto antes a su puesto de asesor en esta desprestigiada autonomía, ganando 7.000 euros al mes. Las personas que se suicidan cada día por no aguantar más, por no tener nada, por ver como sus hijos se desconsuelan sin juguetes entre la miseria, parecen no importarle nada a este gobierno. Lo primero es la mentira, la manipulación mediática, el negocio, la apariencia, el seguir ganando miles de millones sobre las espaldas destrozadas de un pueblo destruido, sin esperanza y con un futuro anunciado de hambre y desolación.
 
Los regalos no entraran esa noche en millones de hogares, los reyes de oriente se marcharán confundidos y avergonzados por el hedor de la corrupción político-empresarial y bancaria, pasarán de puntillas asombrados sobre un territorio humillado y en manos de los herederos del genocidio franquista, ahora reconvertidos en demócratas monárquicos. Unos perfectos fantoches enchaquetados con trajes caros, que se hacen millonarios recortando los derechos del pueblo, privatizando la sanidad y entregándola a mafiosos que especulan con la enfermedad y el sufrimiento humano.
 
Los ilusionados niños, las fantasiosas niñas de un estado español en manos de peligrosos tipejos, no son conscientes de lo que se está cociendo en los lujosos despachos, en los palacios y mansiones donde viven a cuerpo de rey estos oscuros personajes. La fascista estrategia imperial iniciada hace años, activada con la más que extraña voladura de las Torres Gemelas del Word Trade Center, con los “atentados” de Londres y Madrid, para dar el pistoletazo de salida al mayor genocidio de la historia de la humanidad, invadiendo países soberanos y asesinando masivamente a su población, matando de hambre y sed a millones de seres humanos, estructurando el comienzo de su particular nuevo orden mundial, la nueva dictadura planetaria en la que estamos inmersos y que si no lo evitamos terminará con los derechos, con la naturaleza y con la honradez de la especie humana, convirtiéndonos en esclavos, en la perfecta mano de obra barata del imperio, en carne de cañón para la explotación y los abusos de poder, que nos conducirá inexorablemente a un nuevo holocausto, que superará con creces al causado por el nazismo.
 
Esos reyes magos vivos en la fantasía de nuestros hijos, en algún lugar remoto de nuestras sufridas mentes, se encontrarán este domingo 6 de enero con un estado español devastado, con millones de familias entristecidas y sin posibilidad de conseguir esos necesarios regalos. Los otros reyes, los multimillonarios borbones, seguirán ganando muchos millones por no hacer nada, por representar los valores más siniestros de nuestra historia reciente. Su opulencia, sus hipócritas y frívolas fotos reales, sus vacaciones caras a todo lujo pagadas con nuestros impuestos, su facilidad para procrear y generar escándalos de corrupción como los del yerno Urdangarín, contrastan con la miseria del pueblo español, con los miles de suicidios, con las más de 6 millones de personas desempleadas, con los desahucios y desalojos de familias enteras de sus casas a golpes y patadas por parte de la policía del régimen, por una sanidad privatizada que mata, que genera que las personas humildes, que son la mayoría, mueran por falta de asistencia sanitaria.
 
En este oscuro panorama nos pretenden hacer ver desde la ridícula falsimedia “que todo va bien”, “que no pasa nada”, que los que se suicidan son “locos”, “descerebrados”, “antisociales”, “que se matan porque si”, “porque así lo quieren”. Los nauseabundos tertulianos de las radios y televisiones tratan de distraernos de la cruel realidad, nos hablan de la enfermedad del presidente Chávez, "de que si hay suerte y muere podrán de nuevo mamarse los recursos de Venezuela", de cómo el “maligno” Evo Morales nacionaliza y persigue los saqueos y destrozos ecológicos de Iberdrola en Bolivia, de los problemas de Mourinho en el Real Madrid, de la suplencia del portero Casillas. Nos distraen de una situación catastrófica donde solo ganan los poderosos, la oligarquía caciquil, que saca jugosas tajadas de esta genial invención a la que llaman crisis.
 
Los zapatos viejos y rotos de infinidad de inocentes chiquillos/as, aparecerán la madrugada del domingo 6 de enero sin nada debajo de sus humildes lechos, los camellos pasarán de largo en un país deshumanizado, que permite que casi un 30% de sus menores vivan bajo el umbral de la pobreza, que la desnutrición infantil haga estragos en muchos puntos de la España de las maravillas para unos pocos millonarios. Esa es la democracia europea que nos quieren vender, la de las vergonzosas y fastuosas reuniones en Bruselas, en el Parlamento de los ladrones, las cenas y los viajes en primera clase de unos eurocaraduras fieles testaferros del corrupto poder del dinero.
 
Un estado que permite la pobreza de sus hijos/as menores, que los hace infelices, jamás podrá ser democrático.
 
 
 

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