lunes, 6 de mayo de 2013

Venezuela y Siria: ¿Las dos caras de la misma moneda?


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DAVID URRA / CONTRAINJERENCIA- Los acontecimientos en el mundo se suceden con tanta velocidad que cuesta trabajo orientarse hacia donde vamos y los riesgos que corremos. Es por ello que debemos en ocasiones detenernos para analizar aquellos sucesos que por su importancia pueden transcender las fronteras de donde se desarrollan y los casos de Venezuela y Siria son sin duda los más representativos.
El reciente ataque israelí contra Damasco y la desestabilización generada por la derecha en Venezuela después de perder las elecciones presidenciales, son hechos que parecen aislados pero no hay dudas de que pertenecen al mismo guión.
En fases de desarrollo distintas, en Siria y Venezuela se están desarrollando procesos de derrocamiento de Gobiernos legítimos, comandados por el “Eje de la Guerra” a cuya cabeza se encuentra EE.UU.
En ocasiones anteriores hemos analizado como funcionan los mecanismos de gran potencia utilizados por EE.UU. Aunque muchos analistas hacen hincapié en la capacidad económica de los países que se dicen ser grandes potencias, la realidad práctica demuestra que no siempre una economía supuestamente fuerte, deriva en que ese país tenga una influencia decisiva en la arena internacional.
El caso de Japón, que durante muchos años fue la segunda potencia económica mundial, demuestra que su peso internacional no se correspondía con su estatus económico.
La condición de gran potencia que sostiene EE.UU esta basada fundamentalmente en la aplicación de este poder empleando fundamentalmente a sus aliados. En las Indicaciones Estratégicas emitidas en enero del 2012 por el Presidente estadounidense Barack Obama titulada: Mantenimiento de la superioridad Global: Prioridad para la Defensa en el Siglo, el Presidente norteamericano establece las bases para la nueva concepción de las guerras, donde el papel de los aliados, la tecnología y las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) juegan un importante papel.
Es una mezcla de Guerra psicológico-Informativa, con el uso racional de las FOE y el empleo discrecional de la fuerza empleando fundamentalmente la aviación y la cohetería de largo alcance.
Pero este procedimiento tiene sus características, las cuales se pueden resumir en los siguientes aspectos:
  • Su carácter elástico y variable en concordancia con el país, el posicionamiento internacional, las posibilidades de los aliados y la situación regional.
  • Su condición programática y no fortuita, aunque para la opinión pública internacional, solo será visible la ultima fase de la operación, que culmina con el derrocamiento del “régimen antinorteamericano”. Existe una fase oculta que no se difunde ni menciona, pero que juega un papel esencial para “madurar” la situación interna y externa, que permita realizar el golpe con el menor costo financiero y político posible. Las Operaciones Psicológico-informativas, son claves en esta etapa.
  • Su categoría estratégica, pues cada acción en cada país, esta enmarcada en una idea estratégica preconcebida y que como fichas de un ajedrez, se deben jugar en su debido momento, asumiendo cada una un papel diferente, en dependencia de su tamaño y posición en el tablero internacional.
Muchos pensarán en este momento que las situaciones en Venezuela y Siria no se parecen en nada, cuando en realidad el parecido es increíble, solo que no se encuentran en las mismas fases de ejecución.
Si en Siria ya se encuentran en la fase final de empleo de la violencia para desgastar y derrocar al Gobierno Sirio, en Venezuela todavía se encuentra en una fase anterior por la que ya paso Siria, la fase de desestabilización interna y la de implantación en la opinión publica internacional, o mejor dicho en la prensa que domina occidente, de las matrices de opinión que justifiquen pasar a la fase mas avanzada, la del asalto al poder.
Claro que, como dijimos anteriormente, las características de estos países, sus culturas, su entorno regional y carácter de su población, hacen que haya diferencias entre uno y otro.
Por ejemplo en Siria hay un control estatal sobre los medios masivos de difusión y aunque existen canales de radio y TV privados estos cumplen con las reglas de informar más o menos objetivamente a la población. En Venezuela la mayoría de los Medios son privados y asumen una posición abiertamente desestabilizadora, lo que los hace protagonistas y no informadores.
Por esta razón en Siria, se emplean con especial énfasis los canales satelitales de Al Jazira, Al Arabiya y la BBC en árabe, para desinformar y desestabilizar al país. Esto apoyándose en que los Sirios han montado su sistema de difusión nacional sobre la base de la TV satelital, la cual es extremadamente barata en el país. Esto hace que prácticamente en cada hogar sirio haya una antena satelital, con una alta densidad de cubrimiento de la geografía del país y el acceso a estos canales es relativamente fácil.
En Venezuela, aunque existe un nivel de conexión satelital, esta muy alejada de los niveles que tiene Siria, pero por demás no es necesario, ya que occidente tiene a la mayoría de los canales privados en el país a su entera disposición para lanzar las campañas desestabilizadoras contra el gobierno venezolano.
En otros países donde EE.UU desarrolla campañas desestabilizadoras y no tiene la posibilidad de emplear los canales locales ni los satelitales, emplea las transmisiones desde zonas aledañas, violando lo establecido internacionalmente al respecto.
En el caso de Cuba, por ejemplo, se emplean la transmisiones de radio y TV desde la Florida y la Base Naval de Guantánamo, territorio usurpado a los cubanos por EE.UU. Igualmente se ha empleado un globo aerostático y mas recientemente la ultima novedad de las fuerzas de operaciones psicológicas del ejercito estadounidense, los aviones “Comando Solo” EC-130J. Su misión principal consiste en la realización de operaciones de información, operaciones psicológicas y las emisiones de asuntos civiles en AM, FM, HF, televisión y comunicaciones militares en múltiples bandas, así como la detección y bloqueo de señales televisivas y de radio del enemigo.
Esto es solo un ejemplo de como se adaptan las acciones a las condiciones especificas del país.
Igualmente no es la misma situación regional en Siria que en Latinoamérica.
Si bien la desunión árabe ha lastrado la posibilidad de enfrentarse a la agresividad occidental, también hay que decir que no todos han tenido una posición tan genuflexa como Turquía, Qatar, Arabia Saudí y Jordania. Irán ha comprendido la importancia de apoyar a su único aliado en el contexto regional y ha tratado de ejercer toda la presión posible para que el Gobierno y pueblo sirio puedan resolver sus problemas desde adentro.
En Latinoamérica EE.UU tiene aliados, de eso no hay dudas, pero hay un sentimiento de rechazo entre una serie de países y Gobiernos que hacen más difícil la acción desestabilizadora. Digamos que hay un status quo diferente, donde se mezclan aliados incondicionales, con aliados condicionales y opuestos.  Aunque Washington tiene un gran poder de control de la OEA, organismo regional creado para defender sus intereses regionales, no es menos cierto que este mecanismo se encuentra en un franco estado de desprestigio y prácticamente tiene los días contados.
La Unión de los Estados latinoamericanos por intermedio de la CELAC y UNASUR es una demostración de la falta de consenso que tiene EE.UU para lograr sus objetivos en la región y hace más difícil el trabajo de desestabilización regional, aunque esto no es hándicap para las apetencias norteamericanas.
Desde el punto de vista militar, en el Medio Oriente, EE.UU ha logrado implantar un poderío que responde plenamente a sus intereses. No estamos hablando solo de Israel, quien es de por si el aliado mas importante que tienen los estadounidenses en el mundo.
Nos estamos refiriendo a países como Qatar, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes, Turquía, Egipto, Jordania e Iraq. Toda una constelación de Gobiernos corruptos y totalitarios, según el criterio norteamericano, que responden incondicionalmente a los designios del amo del norte.
La profusión de bases norteamericanas y la acumulación de enormes arsenales de armas en las financieramente poderosas monarquías y falsas democracias árabes, hacen de esta región una zona de influencia importante para occidente en su afán de dominación global.
En Latinoamérica la situación es distinta. Si bien EE.UU por intermedio de su Comando Sur ha tratado de expandirse por el continente, su control no es exactamente lo suficientemente poderoso como para poder imponer de forma festinada un enfrentamiento regional.
Colombia, su principal aliado en el cono sur y receptor de mayor ayuda militar en Latinoamérica, ni se acerca al poder que tiene Israel o cualquiera de las monarquías árabes.
La presencia de bases militares en Centroamérica juegan un papel importante por la posibilidad que le da a EE.UU para operar de forma directa en los procesos en esta zona, pero no empleando a sus aliados que carecen de fuerza y recursos, sino de forma personal.
De aquí que, Washington, no puede emplear de la misma forma a sus aliados en Latinoamérica como lo hace en el Medio Oriente, porque estos no están en las mismas condiciones de asumir ese rol y sus frágiles Gobiernos pueden inclusive caer en caso de un enfrentamiento con otro estado Latinoamericano.
El papel fundamentalmente de los aliados de Washington en la región es más de “intermediario”, y se expresa fundamentalmente en el campo político y como una plataforma para desde allí desestabilizar a sus vecinos.
En caso de necesitarse el uso de la fuerza, no hay dudas de que tendrán que acudir al Comando Sur como único mecanismo militar para intervenir en la región.
Algo es importante precisar, no estamos hablando del uso de la fuerza militar de los aliados de EE.UU en Latinoamérica para reprimir y aplastar movimientos sociales y políticos internos, para lo cual están diseñadas estas fuerzas castrenses en la región, sino del empleo de estas para desestabilizar países vecinos no del agrado de Washington.
Algo si queda claro, tanto en Siria como en Venezuela se están librando enfrentamientos entre el “Eje de la Guerra” y estos países, donde los errores cuestan caro y es importante enviar señales claras al agresor.
La respuesta Siria al ataque israelí es ambigua y no envía un mensaje claro ante estos hechos. Los sirios tienen que ser mas decididos y potenciar su capacidad disuasiva. Quien a hierro mata a hierro muere y Siria debió responder a Israel con algo mas que comunicados. Si no lo hace así, se seguirán repitiendo los ataques y se verán como algo normal y aceptable.
Igualmente ya hace rato se hizo necesario de que el Gobierno Sirio comprenda que para ganar un enfrentamiento de este tipo tiene que involucrar a todo el pueblo en su defensa. La profundización de las milicias locales, para defender sus territorios y la participación de todos los que deseen participar en la defensa nacional, es un pilar decisivo en el logro de la victoria. En Siria su pueblo tiene por que luchar, los mercenarios no.
En el caso venezolano, aunque la situación es distinta las acciones de la derecha dan pie para la radicalización del proceso en ese país. No puede seguir habiendo impunidad absoluta para los que violan las leyes. No puede un candidato derrotado actuar como si hubiera ganado. No puede un alcalde salir fuera del país y solicitar descaradamente una intervención extranjera en su país, sin costarle caro. No pueden los medios mentir y manipular impunemente, sin que sean sancionados por las leyes no solo de la justicia, sino y las de la ética moral y profesional.
Los resultados de las elecciones en Venezuela, donde un candidato evidentemente desprestigiado, que ha participado en golpes de estado, que actúa inmoralmente en la vía publica, que pretende esquilmar al país con un proyecto evidentemente entreguista, pueda obtener casi la misma cantidad de votos que el representante y a su vez capitalizador político, de un proyecto eminentemente popular y emancipador para el pueblo venezolano.
Si los venezolanos no lo perciben así es porque evidentemente el papel manipulador y falsificador de la realidad de los medios en Venezuela ha sido subestimado por las fuerzas que pretenden llevar a vías de hecho el proyecto bolivariano. No se trata de censurar, sino de hacer cumplir con la ética y papel que deben de jugar los medios.
No considerar esto puede ser fatal para el proceso venezolano. La derecha en contubernio con occidente, seguirá su proceso de desestabilización. Cortarle el paso con acciones decisivas es el papel de los dirigentes Venezolanos.
No les puede temblar la mano. La historia la escriben los que arriesgan, no los que conceden.

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