domingo, 23 de junio de 2013

¿Ciudades después del neoliberalismo?

x Neil Smith   

Exploramos algunas de las dimensiones del caos urbano sistémico y la expansión del caos que acompaña de modo creciente a la debilitación del neoliberalismo
El neoliberalismo ha supuesto un trayecto largo, difícil y violento para millones, si no miles de millones de personas de todo el mundo. La crisis financiera que empezó a revelarse públicamente en 2007 señaló en cierto sentido el final del neoliberalismo, o eso han sugerido muchos comentaristas, pero también dio lugar a una visión más amplia por parte de quienes se ocupan más del capitalismo 'in toto' que de su variante específicamente neoliberal. A diferencia de la llamada crisis económica asiática de 1997-1999, cuando las metáforas en vigor se referían a la amenaza de «contagio», diez años después el lenguaje se refirió a «activos tóxicos». El cambio de una metáfora epidemiológica por una ambiental puede que sea sintomática de un cambio político más amplio en las ideologías dominantes, pero las dos metáforas expresan además un cierto rechazo de la gravedad de las crisis.
En 1997, «contagio» expresaba el miedo a que un cuerpo por otra parte sano (el capitalismo europeo y norteamericano) fuera infectado por una enfermedad económica (Asia); diez años después, el nuevo lenguaje expresó un miedo paralelo, pero menos espacializado, de que un capitalismo sano quedara contaminado por una toxicidad aberrante. Cuando esa contaminación se produjo de hecho, y el propio capitalismo se volvió tóxico a escala global, los financieros desesperados de todo el mundo exclamaron asombrados: «¡Pero no es así como se suponía que iba a funcionar el capitalismo!»
La función y la situación de las ciudades varió de modo significativo durante el momento neoliberal del capitalismo, que se puede datar más o menos hacia los años setenta, y el propósito de los trabajos de este volumen es explorar, por medio de varios estudios casuísticos, algunas de las dimensiones de ese cambio, el caos urbano sistémico que produjo, y la expansión igualmente sistémica del caos que acompaña de modo creciente a la debilitación del neoliberalismo. Cada una de las ciudades examinadas por esos autores ofrece un relato muy concreto aunque existan temas compartidos. Los trabajos se ofrecieron en una conferencia en el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA), en noviembre de 2008, en un seminario titulado: «Después del neoliberalismo: ciudades y caos sistémico». Aunque planeado meses antes, se celebró justo cuando la profundidad de la crisis global se estaba haciendo evidente, y ocupaba diariamente los titulares de los periódicos del mundo entero. La atención, sin embargo, no se dirigió a los conflictos de las ciudades más allá del hecho consabido de que el disparador inmediato (si no la causa definitiva) de la crisis radica en los mercados de viviendas urbanas, esto es las hipotecas «sub prime» en Estados Unidos. La situación de las ciudades solo está empezando a recibir atención cuando la crisis pasa a filtrarse en los presupuestos estatales y a recaer en los ayuntamientos. Antes de abordar la cuestión de las ciudades y tratar del cambio y proceso urbano contemporáneo es importante, sin embargo, asegurar que primero quede claro el significado del neoliberalismo, su historia, sustancia y conflictos.

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