Los sirios indignados por la presencia de los terroristas extranjeros han tomado nuevamente este martes las calles y han solicitado la salida inmediata de estos grupos armados de su patria.
Según la información proporcionada por la televisión estatal de Siria, los sirios residentes en la ciudad de Al-Haske (noreste) además de condenar el asedio impuesto por los terroristas, han criticado a estas bandas por impedir el tránsito de los cargamentos de alimentos y equipos médicos a los distritos sirios.
El lunes, los grupos armados en Siria prendieron fuego a los cargamentos de alimentos y medicamentos destinados a las aldeas de Nubul y Al-Zahra, ubicadas en la provincia nororiental de Alepo, de mayoría chiíes.
Tras la destrucción de estos cargamentos, los terroristas aseguraron que impedirán la llegada de cualquiera ayuda a los habitantes de estas aldeas, asediadas desde hace más de un año.
Estas dos localidades sirias, también son utilizadas como paso fronterizo para traficar armas desde Turquía.
Los terroristas han intensificado sus ataques contra los convoyes de alimentos, medicamentos y equipos médico desde el principio del Ramadán, mes sagrado para los musulmanes, en que se abstienen de comer o beber durante el día.
El caos sociopolítico iniciado desde mediados de marzo de 2011, ha atraído a los terroristas desde África, Oriente Medio y Europa a este país árabe, creando una de las páginas más sangrientas en la historia contemporánea.
Ante un escenario bélico incierto y una falta de consenso a nivel internacional para poner fin a este conflicto, algunos países regional y ultraregionales brindan el apoyo militar, armamentístico y financiero a estos extremistas, provenientes de al menos 30 países, que luchan contra el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.
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