Campesinos de varias comunidades panameñas instalaron este viernes un campamento en la provincia de Veraguas, en el centro de país, para impedir los trabajos de exploración y construcción de la hidroeléctrica Lalin 1 en el río Gatú, según reseñó Prensa Latina.
Los lugareños demandan que se cancelen los permisos otorgados a las empresas promotoras, ya que los estudios de impacto ambiental han reflejado irregularidades; además, denuncian que esta obra está causando contaminación del suelo y el agua.
De acuerdo al medio, los manifestantes, en su mayoría pertenecientes a las congregaciones de El Hatillo, Carabalí, Remance, El Peñón y La Perdiz, advirtieron que se mantendrán en las riberas del río y no permitirán el acceso de las maquinarias para el inicio de ese proyecto.
La dirigente social de La Perdiz, María Muñoz, sostuvo que ninguno de los labriegos residentes en las áreas de impacto de la obra fue consultado sobre la construcción de la hidroeléctrica y por tanto no permitirán que esta se concrete.
En ese sentido, aseguró que el gobernador de Veraguas, Ernesto Martínez, se había comprometido a realizar un foro público para preguntar a las comunidades sobre la conveniencia de la obra, sin embargo, el proceso nunca se dio.
Por su parte, Celso González, también morador del área, señaló que la medida tiene como único objetivo defender el recurso natural del río Gatú por lo que mantendrán la protesta por tiempo indefinido.
Además, denunció que el fin de semana pasado en las cercanías del campamento campesino se presentó un contingente de la unidad de control de multitudes de la Policía Nacional, que se mantuvo vigilando a los pobladores, pero al final no ejecutó ninguna acción de desalojo.
Mientras tanto, Rogelio Samuels, gerente de la empresa Geo-Sol -a cargo del proyecto- manifestó que mantienen una “comunicación con los pobladores”, al afirmar que “algunos dieron permiso para instalar los equipos y hacer las exploraciones”.
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