viernes, 23 de agosto de 2013

El plan para invadir Siria se revitaliza con la búsqueda del apoyo de la ONU

por Juan Francisco Coloane

El plan para invadir Siria se revitaliza con la búsqueda del apoyo de la ONU
Sucede hoy en Siria. También es el título de una nota escrita el 26 de Noviembre del 2005 para un medio digital, (El Mostrador). La reproduzco íntegra más abajo para situar la actual misión de inspección de la ONU en Siria...


La reproduzco íntegra más abajo para situar la actual misión de inspección de la ONU en Siria, en la perspectiva de lo que está detrás de esta obsesión de Estados Unidos y la Alianza Transatlántica – demencial y punible- de derrocar al gobierno mediante una guerra infestada con terrorismo y ahora, al parecer, con información dudosa. La acusación de la Casa Blanca sin evidencia de que el Ejército Árabe Sirio habría usado sustancias químicas en los combates en Duma al norte de Damasco, es comparable a la presión mediática creada para justificar la invasión a Irak con el expediente de información falsa.

El propósito de invadir Siria surge con la revolución Iraní en 1979, aunque se instala con el influyente Richard Perle, uno de los mentores de invadir Irak en 2003. El plan comprendía en pocos años implementar una especie de “razzia” derrocando los gobiernos de Irán, Libia y Siria, con tácticas diferentes (World Tribune.com. Febrero 25, 2003).

La misión de Naciones Unidas que visita Siria para investigar el uso de armas químicas, fue el resultado de una larga negociación del gobierno sirio por haberse comprobado que el ejército rebelde había usado armas químicas. (C.del Ponte, Daily Mail. 7, mayo 2013). Mientras el gobierno Sirio ha logrado importantes avances políticos y militares, Estados Unidos y la Alianza Transatlántica, al no haber sido capaces de derrocarlo con una intervención sórdida con terroristas y sin apoyo popular, las armas químicas aparecen como el último recurso para justificar una gran intervención militar. La operación representa un gasto aproximado de 1.000 millones de US dólares al mes, según el informe al Congreso de Martin Dempsey, Comandante en Jefe de las FFAA de Estados Unidos, el 23 de julio de este año.

Es de esperar que los miembros de la misión salgan de sus celdillas protegidas para hablar con la gente en las calles. Tienen la obligación de asegurar neutralidad. Las ambigüedades del inspector Hans Blix, encomendado por la ONU para investigar la presencia de armas de destrucción masiva en Irak fueron tan evidentes que contribuyeron a precipitar una invasión que ya estaba decidida.

El Mostrador. 26 de Noviembre del 2005 
Análisis internacional: 
Plan para invadir Siria se revitaliza con búsqueda de apoyo de la ONU 
por Juan Francisco Coloane 

Los antecedentes de distorsión y presión política que se están manejando coinciden con las condiciones bajo las cuales se operó para formar el caso de Irak. El libro de Cristopher Meyer, ex embajador británico en los Estados Unidos, ''D.C. Confidential'', es contundente al señalar que Bush y Blair decidieron la invasión a Irak antes, y después buscaron la forma de justificarla. 

La investigación sobre el atentado que causó la muerte en El Líbano al ex Primer Ministro libanés Rafik Hariri, y la posible participación del gobierno sirio en la operación , ha resultado ser un punto de encuentro para la deteriorada alianza transatlántica después de la invasión a Irak. “Un Irak número 2 nadie lo quiere”, señala un funcionario internacional consultado. Claramente quien puso la bomba a Hariri, entregó el pretexto indispensable para revitalizar la operación pendiente de invadir Siria. 

Siria, en tanto, desea que los investigadores de la ONU lleven a cabo los interrogatorios con los testigos y sospechosos dentro de territorio sirio y en compañía de sus abogados . 

Esa propuesta original de Siria fue rechazada tajantemente por Kofi Annan, el Secretario General de la ONU, y por el embajador de los Estados Unidos ante la ONU, John Bolton, quien declaró a Reuters en noviembre 2005, que “el gobierno sirio debe dejar de enviar en cartas a la ONU”. Kofi Annan señaló, a través de un portavoz, “que no estaba para ninguna negociación con el gobierno sirio” coincidiendo con Bolton, quien ha rechazado un memorando de negociación propuesto por el gobierno sirio, en el sentido de que los testigos y sospechosos estuvieran acompañados por sus abogados y fueran interrogados en Siria. El informe de la comisión investigadora de la ONU será dado a conocer el 15 de diciembre. 

Estados Unidos, a través de Condoleeza Rice, en declaraciones públicas ha dicho que en Siria no es deseable un cambio de régimen sino un cambio de política exterior. Sin embargo una serie de movimientos en la zona liderados por Israel y los Estados Unidos, y que se ha expresado en un mayor acercamiento de Europa hacia las posiciones estadounidenses en el Medio Oriente, indican que el plan de intervenir Siria está abierto. 

“Después de lo de Irak, lo que menos se puede creer es en la declaración oficial. Todo se da en un proceso de ganar tiempo. Así de fluida está la situación en la acción inmediata”, nos dice una fuente consultada en Siria. 

La ONU parece observar el asunto Siria, como un punto estratégico para recuperar su rol de garante de la paz. Siria en este sentido sería el “conejillo de indias” para la reconstrucción del multilateralismo, apoyada por una investigación del caso Hariri y una posterior intervención. De ser confirmada la sospecha respecto a la participación siria en el atentado que cobró la vida de R. Hariri, el arco de sanciones del Consejo de Seguridad es amplio, y no se descarta la intervención militar. 

Pareciera ser que el asesinato de Rafik Hariri, con otras 20 personas en el atentado en su contra, aparece como la gran oportunidad para no experimentar otra vez la fragmentación política que se dio en el caso de Irak, en 2003. 

Con cierto grado de euforia, el embajador israelí ante la ONU, J. Guillermin, en una entrevista televisiva al terminar la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU del 31 de octubre pasado, que condenaba a Siria y la amenazaba con sanciones, señaló: “La ONU está regresando a lo que fue antes, donde se obtienen resoluciones en búsqueda de la paz”. ¿Cuándo fue ese antes? ¿Antes de qué? 

Una investigación con reminiscencias del expediente Irak 

La investigación se ha desarrollado bajo un clima de alta distorsión en El Líbano, en el propio enclave Israel-Palestino y en la zona adyacente, donde Irak destaca por la expansión del conflicto. La situación presenta rasgos de alta fluidez en los desplazamientos para provocar situaciones políticas nuevas, y desde esta perspectiva, concentrar la sospecha en un solo país – en este caso, Siria- es desafiar el sentido común, o simplemente se está imponiendo la estrategia utilizada para invadir Irak: se decide primero y se busca la justificación después, ahora a partir de un consenso en el actual Consejo de Seguridad. 

La investigación se ha llevado a cabo bajo la constante presión de Israel en toda la zona. En la semana bombardeó lugares de Hezbollah al sur de El Líbano, informando oficialmente de la destrucción de varios campamentos. En la misma semana The Guardian publicó un informe confidencial filtrado de la Oficina de RREE del gobierno británico acusando a Israel de intentar anexar el área árabe de Jerusalén usando la construcción de asentamientos judíos ilegales, como una forma de prevenir que se convierta en una capital palestina . La acción impulsaría a los palestinos que viven en los lugares afectados a tomar decisiones radicales. 

Los antecedentes de distorsión y presión política que se están manejando coinciden con las condiciones bajo las cuales se operó para formar el caso de Irak. Respecto a este tema, el libro de Cristopher Meyer, ex embajador británico en los Estados Unidos, “D.C. Confidential”, que es objeto de juicio en el Reino Unido por revelar información clasificada de las negociaciones entre Blair y Bush, es contundente: ambos decidieron la invasión a Irak antes, y después buscaron la forma de justificarla . 

Considerando la trayectoria de fraude de información que se constató para construir el caso de Irak, no es descabellado pensar que con Siria puede ya haber consenso respecto al objetivo, y que se estaría construyendo el respectivo expediente. Por el interés corporativo en invadir Siria, no es improbable que se fuerce el caso de una intervención con un expediente incompleto o infundado en último caso. 

En la hipótesis de trabajo inicial de los investigadores, se descartó totalmente que los servicios de inteligencia israelíes o estadounidenses, que operan en El Líbano pudieran ser considerados bajo sospecha como posibles fuentes del ataque. Esta omisión de otras posibilidades de responsabilidad en el atentado, habiendo otras unidades operativas capaces de llevarlo a cabo, es vox populi en Beirut, y la información no forma parte del compacto mediático. 

La situación actual de presión internacional sobre Siria es contextual, más allá de que exista el elemento específico de la investigación patrocinada por la ONU. Ideológicamente y políticamente, la idea de intervenir Siria, por la vía que fuere, cruza un amplio espectro de percepciones occidentales sobre la modernidad de la democracia para el Medio Oriente y también las percepciones sobre el fundamentalismo islámico y la existencia del nacionalismo árabe. 

Hoy en día las bases del nacionalismo y la independencia árabe se sustentan en Siria, arraigadas en una fuerte base secular. Como es conocido Siria ha estado en la vanguardia en la tarea de combatir los brotes de fundamentalismo religioso. 

El tema de Siria, su independencia política, y su secularismo, está inserto en un enclave de problemas mayores y complejos, que se extiende territorialmente hacia una “mega” zona que abarca desde Pakistán hasta la propia Argelia, incluyendo por cierto todo el Medio Oriente, parte del Asia Central y el Magreb. En todos estos países está el germen del fundamentalismo islámico, desperfilando a su vez los rasgos del nacionalismo árabe, que tiene bases seculares. 

Una fuente diplomática siria señala a El Mostrador.cl que “el interés de los Estados Unidos e Israel es formar estados religiosos en la región, acentuando la división, la inestabilidad y basados en estos argumentos, justificar la penetración y la idea del cambio de régimen”. La estrategia de la división entre facciones religiosas comenzó hace más de dos décadas en El Líbano, donde se fracasó. “Después de este revés, la estrategia derivó en la aceleración de la invasión a Irak, para desintegrarlo en facciones religiosas”, agrega la fuente, que señala además que “existe el intervencionismo de grandes consorcios del armamento transformados en comerciantes de guerra civiles”. Allí puede encontrarse una base interesante para investigar el complejo entramado del terrorismo, y no andar viendo fantasmas en células opuestas a la civilización.

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