En Atenas (Grecia) unas 15 mil personas recorrieron las calles en memoria del joven cantante Pavlos Fyssas, asesinado por un miembro del partido neofascista Amanecer Dorado (AD) el pasado miércoles y exigen la ilegalización de dicha organización y que la justicia actúe en todos los casos de violencia vinculados a sus miembros.
La manifestación fue convocada por los dos principales sindicatos del país, y con la participación de la asociación de trabajadores paquistaníes en Grecia, cumpliendo el segundo día de huelga en el sector público.
El presidente de la asociación, Malik Abdul Mejid, dijo en entrevista a Prensa Latina que los trabajadores inmigrantes llevan años sufriendo ataques del grupo fascista, “pero el gobierno no reaccionó hasta que no fue asesinado un ciudadano griego, lo cual es triste, pero esperamos que sirva para poner fuera de la ley a Amanecer Dorado”. Agregó.
Asimismo, el coordinador de la Plataforma Unidos Contra el Racismo y la Amenaza Fascista, Petros Konstantinu, informó a ese medio que “ya no hay razones para permitir que AD siga siendo un partido legal, tras demostrar que se trata de una organización criminal”.
En este sentido, konstantinu afirmó que existen otras manifestaciones de fascismo como el internamiento donde se dejan por meses a inmigrantes sin cargo ni juicio y las miles de víctimas de actos violentos que no han sido resarcidos por la justicia.
Cuando los manifestantes llegaron a la plaza Syntagma, frente al Parlamento, decidieron continuar hasta una de las principales sedes de AD en el área de Katehaki. Durante el recorrido la manifestación nunca se vio interrumpida por la policía hasta que la manifestación llegó hasta los alrededores del local donde se observaba que un amplio despliegue de uniformados que tenía acordonada la zona.
Luego de un intercambio de piedras y bombas incendiarias por cargas policiales, sin resultar ningún herido ni detenciones, los manifestantes dieron media vuelta y se dirigieron hacia el centro de la ciudad.
El Gobierno griego prometió tomar acciones contra el partido neonazi Amanecer Dorado, del que forma parte el asesino del militante de izquierda y músico Pavlos Fyssas.
El primer ministro griego, Antonis Samaras, dijo en un mensaje televisado que “el gobierno está determinado a no permitir a los descendientes de nazis envenenar la vida social, cometer crímenes, provocar y debilitar los fundamentos del país que vio nacer la democracia”.
Organizaciones internacionales también hicieron advertencias por el recrudecimiento de la violencia neonazi e hicieron un llamando al Gobierno a actuar. “Este incidente es chocante e intolerable, sobre todo en un país de la Unión Europea (UE)”, declaró el presidente del grupo socialista en el Parlamento Europeo, Hannes Swoboda.
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