En medio de un escenario de denuncias de violaciones y corrupción, el clima es de preocupación por ataques y fraudes durante el proceso electoral.
Una de las elecciones presidenciales más esperadas deAmérica Latina ocurrirá este domingo, 24 de noviembre, enHonduras. Desde el golpe que destituyó al entonces presidente Manuel Zelaya del poder, en junio de 2009, varios sectores, sobre todo, campesinos, comunicadores y defensores de derechos humanos, afirman que crecieron las persecuciones, ataques, asesinatos y violaciones a los derechos humanos. Para sustituir al actual gobierno de Porfírio Lobo Sosa, los principales candidatos son el oficialista Juan Orlando Hernández, por el Partido Nacional deHonduras (PNH), que es el actual presidente del Congreso Nacional; y Xiomara Castro, esposa de Manuel Zelaya, quien tiene la preferencia de la mayoría del electorado y aparece como gran promesa, del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), de acuerdo con las últimas encuestas.
Cerca de 5,4 millones de hondureños están convocados para votar al próximo presidente del país, a 128 diputados para el Congreso Nacional, a 20 diputados para el Parlamento y a 298 alcaldes. En medio de un escenario de denuncias de violaciones y corrupción, el clima es de preocupación por ataques y fraudes durante el proceso electoral. En vísperas de las elecciones, los medios de comunicación reportaron, esta semana, apagones generalizados en la capital Tegucigalpa, que pueden extenderse hasta el día de la votación, dificultando el proceso de envío de los votos para conteo. Los barrios afectados como La Mercedes, Kennedy, San Francisco, Hato de Medio, Dilbio Paraleso, Nueva Capital Del Pantanal, Quesada y otros barrios marginados, son conocidos por ser reductos del Partido Libre, de Xiomara.
También existen rumores de que el Partido Nacional y el Partido Liberal estarían reservando más ómnibus de los que necesitan con el propósito de dificultar el acceso del Partido Libre al transporte. Otra denuncia se refiere a la presión y un pago que el Partido Nacional estaría haciendo a mujeres a cambio del voto para Juan Orlando.
Esta semana, después que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) realizó testeos en el sistema de votación, Xiomara denunció "graves irregularidades” en el proceso de transmisión de los resultados por scanner, que presentó fallas en el envío de los datos. El Partido teme que en virtud de esto ocurran irregularidades en más de 600 centros de votación, que reúnen cerca de 270 mil electores. En esos lugares, donde no habrá transmisión de los votos por scanner, debido a la falta de energía o de Internet, los datos serían enviados manualmente.
Una nota publicada por el grupo Honduras Resiste afirma que, en los últimos días, fue posible escuchar "numerosas quejas” sobre la intimidación y el posible fraude en las elecciones. "Más del 60% de la población es rural y la mayoría es de pequeños agricultores o campesinos sin tierra que viven en la pobreza extrema”, informa el grupo, agregando que integrantes del Centro Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC) se muestran indignados por la persistente violencia contra sus miembros y la privación del voto deliberado de más de 3 mil campesinos, debido a pendencias legales y desorganización en la emisión de documentos.
El Observatorio Latinoamericano de Medios de la Ciespal observó que los medios de comunicación hondureños "se convirtieron en los principales actores políticos de la derecha del país”. "Desde que las encuestas comenzaron a evidenciar una posible victoria de la candidata presidencial Xiomara Castro, del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), los medios iniciaron una campaña contra ese partido anunciando que sus miembros estarían preparando posibles actos violentos para el día de las elecciones, con el objetivo de no reconocer los resultados electorales”, analizó un texto de Kintto Lucas, director de mediaciones del Observatorio.
Ante ese escenario, la Plataforma de los Movimientos Sociales y Populares de Honduras emitió un posicionamiento en el cual afirma que el sistema político atraviesa "una profunda crisis estructural”, en el que varios actores y partidos políticos representan intereses de grupos hegemónicos, yendo a contramano de la plena democracia de la sociedad. "En ese sentido, llamamos a todas las organizaciones del movimiento social y popular, a los ciudadanos preocupados por el futuro de la nación a no votar a partidos y actores políticos que dieron el golpe de Estado”, se pidió en el documento, orientado a la población a ejercer el voto crítico-activo como forma de manifestar la soberanía popular.
La Plataforma resalta que, independientemente de la coyuntura, continuará luchando contra el recrudecimiento del capitalismo, del racismo y del patriarcado, expresado a través del extractivismo, la superexplotación laboral, el saqueo de recursos, la privatización del Estado, la militarización de la sociedad, la criminalización de la pobreza, y en contra de la persecución de los luchadores y defensores del movimiento social y popular. Es lo que viene ocurriendo con Berta Cáceres, Magdalena Morales y Aureliano Molina, entre otros líderes, que han sido víctimas de amenazas y persecuciones.
La organización hace un llamado a la unidad del movimiento social y popular y de todos los pueblos en resistencia, para unir fuerzas a fin de romper el cerco mediático que los medios de comunicación hegemónicos imponen, manipulando e invisibilizando la constante violación de los derechos humanos, económicos, sociales y culturales de los pueblos por parte de los grupos de poder. La idea es fortalecer a los sectores organizados para caminar en la "construcción de una estrategia alternativa de sociedad y de relaciones económicas, que refunden las relaciones de poder”.
Observadores Internacionales
Cientos de observadores internacionales ya están en Honduras para acompañar, de cerca, la transparencia del proceso electoral y verificar posibles irregularidades en esas elecciones. Entidades como la Organización de Estados Americanos (OEA), Foro de San Pablo, Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (Moe-UE), Vía Campesina y Jubileo Sur Américas ya enviaron equipos a 18 departamentos del país. Observadores de derechos humanos también van a acompañar a la población en zonas donde se registran más violaciones y amenazas.
Para el jefe de la misión de observadores de la OEA, Enrique Correa, esta elección en Honduras "es muy importante”, ya que puede "reparar la fractura creada por el golpe de Estado”. Según Jubileo Sur, la situación es "tensa”, hay relatos de amenazas contra observadores internacionales en Río Blanco. El próximo martes, 26 de noviembre, la Misión Europea va a publicar el primer informe preliminar sobre las elecciones presidenciales de Honduras.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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