Los grupos radicales podrían haber sido utilizados en Ucrania por los países occidentales para llevar a cabo el golpe de Estado, sostiene el analista internacional Juan Luis González Pérez.
“Es muy probable que después de las elecciones los neonazis de Ucrania puedan mantener tanto poder como el que tienen ahora. Sería una auténtica locura. Más bien Occidente los ha utilizado como una fuerza de choque violenta para dar el golpe de Estado. Y luego los pretende mantener como en una especie de segundo plano para hacernos creer que el gobierno que salga a las elecciones va a tener un estándar democrático a nivel europeo”, dijo González Pérez a RT.
Según sus palabras, si el líder del Sector Derecho, Dmitri Yarosh, “aupado directamente por Occidente”, llegara al poder, “se encargaría un poco de tapar su pasado, su pasado combativo, por ejemplo, con los terroristas del Cáucaso para hacernos creer que es un presidente antirruso en Europa”.
El 3 de marzo el Comité de Investigaciones de Rusia abrió una causa penal contra Yarosh por instar a los terroristas chechenos a unir sus fuerzas en la lucha contra Rusia. Se ha decretado su búsqueda internacional.
Mientras tanto, el 7 de marzo el portavoz del Sector Derecho, Artióm Skoropadski, informó que con base en esa organización se creará un partido con otro nombre, que Yarosh va a utilizar para participar en las elecciones presidenciales del 25 de mayo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, insiste en que la situación ucraniana es peligrosa para todos los países. “Existe el peligro de que aparezca un nacionalista, un semifascista, un antisemita (podemos ver qué tipo de brazaletes la gente todavía luce en Kiev, que se asemejan a la cruz gamada)… Esto, sin duda, tendrá graves consecuencias para el país”, dijo Putin.
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