Y de repente apareció Sean Penn. Ya era noche de domingo en Caracas cuando el actor estadounidense, uno de los favoritos de la revolución bolivariana, aterrizó en el Palacio de Miraflores junto al primer ministro haitiano, Laurent Lamothe.
Desde el terremoto del 2010 en Haití, Penn vive volcado en la reconstrucción del país caribeño y en sus campamentos de refugiados.El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aprovechó la ocasión para medir sus fuerzas con la campaña SOSVenezuela (que ha provocado la solidaridad de decenas de artistas, deportistas e intelectuales).
Unos días antes fue el actor Danny Glover, quien recibió las llaves de la ciudad. Ahora le tocó el turno a Penn, quien mantuvo una estrecha amistad con Hugo Chávez.
“Yo le he pedido a Sean Penn que transmita a donde pueda transmitir (a Obama, por supuesto) el mayor interés que tenemos de avanzar a relaciones de diálogo directo, respeto, comunicación y coexistencia en base a las diferencias que tenemos (con EEUU)”, afirmó el primer mandatario.
Y para seguir la moda de los selfies como el que se tomó Ellen DeGeneres con varias estrellas de Hollywood durante lospremios Oscar, Maduro aprovechó un regalo tecnológico que acababa de recibir, un mini-iPad, para plasmar el momento con sus amigos.
DANIEL LOZANO / EL DIARIONY.COM
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