sábado, 5 de abril de 2014

¿Pronto una máquina podrá descubrir tus tendencias políticas?

eye-tracking device university of nebraska-lincoln
Sin duda, Thomas Jefferson era un tipo inteligente. En una de sus cartas a John Adams, el 27 de junio de 1813, hizo una observación acerca de la naturaleza de la política que la ciencia, dos siglos más tarde , empieza a confirmar. “Los mismos partidos políticos que ahora luchan en Estados Unidos, han existido a lo largo de los tiempos”, escribió Jefferson. Según él, la lucha entre conservadores y liberales aparece una y otra vez a lo largo de la historia y más que una opción política circunstancial,“refleja el temperamento y la estructura mental de los diferentes individuos”.
Pues bien, la tecnología actual permite reafirmar su visión del mundo.
Son muchos los estudiosos que investigan en la intersección entre psicología, biología y política y entre ellos destaca John Hibbing, un politólogo de la Universidad de Nebraska- Lincoln, cuyo ” Laboratorio de Fisiología Política” ha obtenido resultados impresionantes.
“Hemos descubierto que a nivel cerebral, las personas liberales y las personas conservadoras son profundamente diferentes en gran variedad de aspectos”
“Lo vemos en sus gustos, lo vemos en sus patrones cognitivos, en cómo piensan acerca de las cosas, en lo que prestan atención, en sus reacciones físicas. Podemos medir su sistema nervioso simpático, que es el sistema de ‘lucha o huida’. Y por lo que hemos detectado, las personas liberales y las conservadoras tienden a responder de maneras muy diferentes”
Esto no es ciencia ficción ni esoterismo: uno de los artículos pioneros de Hibbing sobre la fisiología de la ideología se publicó, nada más y nada menos que en la prestigiosa revista Science, en 2008.
John Hibbing
Descubrió que los partidarios políticos de la izquierda y de la derecha se diferencian significativamente en sus respuestas corporales ante la amenaza.
Por ejemplo, los reflejos tempranos al escuchar un ruido alto, eran más fuertes en los conservadores.
Y después de haber mostrado varias imágenes amenazantes (por ejemplo, una gran araña en la cara de una persona asustada, una persona aturdida con la cara ensangrentada o una herida abierta con gusanos en ella), los conservadores también mostraron mayor conductancia de la piel (humidificación de la piel que indica la activación del sistema nervioso simpático, el que maneja la respuesta de ‘lucha o huida’ del cuerpo).
Detección de la conductancia de la piel
Todo ello, según Hibbing, indicaba un “sesgo de negatividad” de las personas más conservadoras. Los conservadores, según sugiere la investigación de Hibbing, están más atentos a lo negativo, lo amenazante, y a los estímulos repugnantes y por esa razón luego adoptan ideologías duras, defensivas y de aversión hacia la realidad percibida.
En un estudio de 2012 , Hibbing y sus colegas ampliaron sus estudios utilizando un dispositivo de seguimiento ocular, como el mostrado en la foto que abre el artículo. Liberales y conservadores fueron equipados con dispositivos que realizan un seguimiento de su mirada y les fueron mostradas diferentes montajes con cuatro imágenes diferentes, algunas de ellas “apetitivas”, es decir cosas felices o positivas y otras “aversivas”, es decir cosas amenazantes, aterradoras o asquerosas.
EyeTracking2
El dispositivo de seguimiento ocular permitió a los investigadores medir dónde los sujetos de la investigación fijaban inicialmente su mirada, cuánto tardaban en hacerlo y el tiempo que permanecían mirando cada imagen.
Abajo podemos ver uno de estos montajes de cuatro imágenes utilizadas en el estudio. ¿Qué imagen tiende a mirar inicialmente y cuánto tiempo ha tardado en centrarse en ella?
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Los resultados del estudio de Hibbing fueron claros: Los conservadores tendían a enfocar sus ojos mucho más rápidamente en las imágenes negativas o aversivas y permanecían en ellas mucho más tiempo.
De ahí, los autores concluyeron que en base a resultados como estos:
“las personas de derechas y las de izquierdas viven el mundo de diferente manera”
“Tal vez usted ha vivido la típica experiencia de ver un debate político con alguien que no piensa como usted” dice Hibbing. “Y cuando después discute con esa otra persona sobre lo que han visto, más de una vez se habrá preguntado ¿pero es posible que ésta persona haya visto el mismo debate que yo?”.
“Bien, pues por lo que hemos descubierto, en algunos aspectos, usted y esa otra persona no habrán visto el mismo debate. Esto es lo que indican nuestras investigaciones”
Una de las diferencias más grandes la encontramos alrededor de la sensación de asco. Hibbing no es el único que ha encontrado una relación entre el conservadurismo y una fuerte sensitividad al asco. También encontramos resultados similares en las investigaciones del influyente psicólogo Jonathan Haidt.
jonathan haidt the righteous mind
En su estudio, Hibbing y sus colegas demostraron que esa tendencia al asco es involuntaria y no se puede controlar.
Es algo primario y visceral.
Precisamente, la palabra “primario”, nos ayuda a comprender lo que Hibbing y sus colegas piensan que es en realidad la ideología.
Según ellos, los humanos tienen preferencias básicas sobre como deben estructurarse las sociedades: algunos de nosotros somos más jerárquicos y otros más igualitarios; algunos preferimos penas severas para los infractores, mientras que otros tenemos más tendencia al perdón; algunos de nosotros percibimos a los extranjeros como algo interesante y atractivo, mientras que otros los percibimos como una amenaza.
Hibbing y su equipo, incluso han descubierto que las preferencias sobre estos asuntos parecen tener una base genética.
La idea parece ser que nuestra propia fisiología corporal puede llevarnos a experimentar el mundo de tal manera que las preferencias políticas y ideológicas básicas de cada uno surgen de forma natural, según su forma de percibir físicamente la realidad.
Por lo tanto, si usted tiene un sesgo de negatividad y tiende a centrarse más en lo repulsivo y lo repugnante, entonces el mundo le parecerá un lugar más amenazante. Y por lo tanto, las políticas de protección, como el apoyo a un ejército más fuerte y poderoso, o ser más duro con la inmigración, emanarán de usted de forma natural.
Y cuando se combina la investigación de Hibbing sobre la fisiología de la ideología con gran cantidad de otros estudios que muestran que liberales y conservadores difieren en lo que respecta a la genética, las hormonas, las emociones morales, la personalidad e incluso las estructuras cerebrales, se confirma que la política está íntimamente ligada a la biología.
Asi pues, ¿cómo debemos convivir con las personas que no están de acuerdo con nosotros por razones sobre las tienen ningún control?
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Según Hibbing, debemos comprender que no podemos controlar plenamente nuestra orientación política, como tampoco podemos hacerlo con nuestra orientación sexual o si somos zurdos o diestros. Comprender estos principios, es la base para promover la tolerancia política.
“Tenemos la esperanza, quizás algo tonta e ingenua, de que si la gente viera la política de la misma manera que vemos el ser zurdo o ser diestro, entonces podríamos ser todos un poco más tolerantes”
Traducción :  El Robot Pescador

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